El joven marbellí que se había convertido en símbolo de la batalla contra la leucemia ha muerto en su casa rodeado de sus familiares este sábado
Lo ha intentado hasta la extenuación, pero no ha podido ser. El joven Pablo Ráez ha fallecido hoy en su casa en Marbella rodeado de sus familiares. «Ha sido lo que tenía que ser, su situación era muy complicada. Su cuerpo ya no ha podido soportarlo», ha afirmado su padre, Francisco Ráez. «Mi hijo lo sabía igual que lo sabíamos todos, pero ha luchado hasta el final» ha afirmado a este periódico.
Desde hace semanas guardaba silencio en las redes sociales, donde se ha hecho especialmente popular tanto en Twittercomo en Facebook e Instagram por relatar su día a día con la enfermedad, incluidas sus estancias hospitalarias.
Precisamente cuando estaba ingresado el joven relataba sus sensaciones y sentimientos, comentarios que recibían miles de respuestas no sólo de Málaga sino de otros puntos de España. Sus escritos siempre iban acompañdos de lemas como #donamédula o#siemprefuerte, que evidenciaban su espíritu vitalista y concienciado con la donación.
Después de que fallara la donación que recibió por parte de su padre hace meses, fue sometido a un segundo trasplante de médula el pasado mes de noviembre en el Hospital Regional Carlos Haya. La donante fue entonces una joven norteamericana. Todo parecía ir bien pero su llama se ha apagado, desgraciadamente, este 25 de febrero para siempre a los 20 años.
Estaba previsto que el próximo martes el marbellí recibiera la medalla de su ciudad natal, pero dadas las circunstancias se estudia qué decisión tomar, según informa Héctor Barbotta.
Por su lucha titánica contra la enfermedad Ráez se había convertido en un auténtico símbolo de la donación de órganos, ya que su labor en las redes sociales haciendo un llamamiento a la solidaridad ha trascendido a nivel nacional y llegó a lograr un aumento más que considerable de la donación de médula. De hecho, el Centro Regional de Transfusión Sanguínea registró un crecimiento del 1.422% en cuatro meses de esas donaciones el año pasado.
Lejos de hundirse por la adversidad (Ráez era un prometedor deportista) este marbellí saltó a la fama también por sus mensajes que invitaban al optimismo, a la esperanza y a mantener una actitud positiva ante la vida, disfrutando de los pequeños momentos y oportunidades.