Otra encuesta —en la que participaron 9.000 personas de entre 18 y 24 años— realizada por la misma empresa pone de manifiesto que el número de jóvenes que cree que las redes sociales son importantes para sus vidas ha disminuido considerablemente en los últimos dos años (de un 66% en 2016 a un 57% en 2018), lo que evidencia un cambio significativo de la actitud de este perfil de usuario.
Paradójicamente, son las generaciones mayores, sobre todo aquellas personas de más de 45 años, las que cada vez utilizan más las redes sociales, habiendo experimentado un incremento del 23% al 28% en el último año.
Al parecer, este cambio de paradigma forma parte de una tendencia más amplia. Según un estudio realizado por la compañía estadounidense Hill Holliday, la Generazión Z —personas nacidas a partir de 1995 conocidas como ‘centenial’—, la mitad de los encuestados dijo haber abandonado o estar considerando la posibilidad de borrarse al menos una red social. “Están empezando a aparecer importantes grietas”, dijo Lesley Bielby, trabajadora de la empresa que realizó la encuesta, que cree que habrá un aumento del abandono o de la reducción del uso de las redes sociales por parte de los más jóvenes.
Algunos miembros de la primera generación que creció junto a la creación de las principales redes sociales (Facebook, en 2004; Twitter en 2006; Instagram, en 2010; o Snapchat, en 2011) cree que estas plataformas influyen negativamente en tu comportamiento. Por ejemplo, según Mary Amanuel, que abandonó las redes sociales a los 16 años, considera que estas te impulsan a “mostrar una versión deshonesta de ti mismo”. Otros jóvenes como Jeremiah Johnson piensan que existe una gran presión por mantener una personalidad creada en la Red, que parece ser “una competición a ver quién puede parecer más feliz”.
¿Adiós definitivo?
Según Bielby muchos de ellos “se sienten abrumados por la responsabilidad de mantener sus redes sociales, así como su personalidad algo exagerada, […] donde constantemente buscan la aprobación a través de la cantidad de ‘me gusta’ que reciben por cualquier publicación”. Otro de los motivos por los que los jóvenes nativos digitales dan la espalda al mundo virtual es el deseo de construir amistades de carne y hueso en el mundo real. Asimismo, muchos de ellos optan por dejarlo de lado temporalmente porque, según un tercio de los encuestados, interfería negativamente en sus estudios o trabajo.
Otra encuesta realizada por la investigadora estadounidense Amanda Lenhart, especialista en influencia de Internet y redes sociales en los jóvenes, puso de manifiesto que el 44% de los encuestados dejaron las redes sociales o consideraron dicha posibilidad debido a la cantidad de tiempo que les dedicaban, optando por invertirlo en cosas “más valiosas”. Asimismo, otros se muestran cansados de los conflictos generados en los grupos en línea, así como de la gran cantidad de información. Por último, otro motivo es la búsqueda de privacidad en un lugar alejado de Internet, donde muchos de ellos tienen una vasta cantidad de publicaciones sobre su vida desde que eran pequeños.
En la actualidad los jóvenes son cada vez más conscientes del peligro que suponen las redes sociales, donde un mensaje ofensivo o una fotografía comprometedora puede difundirse sin control, así como de los problemas de salud que suponen, tales como ansiedad o depresión, o la adicción que generan. ¿Será esta fuga de jóvenes de las redes sociales un punto de inflexión para el futuro de las mismas?