Christine Blasey Ford testifica ante el Comité Judicial del Senado. JOSHUA ROBERTSREUTERS.

Es la palabra de él contra la de ella. El Senado de Estados Unidos interroga bajo juramento este jueves al juez conservador Brett Kavanaugh, nominado por Donald Trump para la Corte Suprema, pero cuestionado por la acusación de agresión sexual contra una mujer cuando estaba en secundaria.

La académica experta en Psicología Christine Blasey Ford, la presunta víctima de Kavanaugh, aseguró ante el Comité Judicial del Senado que el supuesto ataque sexual que sufrió a manos de él «aterrorizó» y «marcó» toda su vida.

«Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente«, dijo ante los senadores, con la voz quebrada y visiblemente afectada, informa Efe.

Asimismo, Ford aseguró que ha decidido testificar ante el Comité Judicial del Senado porque considera que es su «deber cívico». «Estoy aquí hoy no porque quiera estar. Estoy aterrada. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico decirles lo que me sucedió mientras Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria», dijo la mujer ante los legisladores.

Ford confesó haber «agonizado» durante meses desde que supo de la nominación de Kavanaugh al Supremo, tratando de reunir el valor para hacer pública su historia.

La presunta víctima de Kavanaugh describió el episodio que sufrió hace más de treinta años y, aunque confesó no recordar todo lo que quisiera, insistió en que desde entonces, y a causa de ello, ha sufrido «ansiedad, fobia y síntomas similares al estrés postraumático» como claustrofobia o pánico.

Ford, una de las tres mujeres que han acusado públicamente al juez, insistió en que se trata de una ciudadana «independiente» y que consideró un «deber cívico» contar su historia sobre el supuesto abuso ocurrido una noche del verano de 1982, cuando ambos eran adolescentes.

Preguntada por la posibilidad de que pudiera confundir la identidad del atacante, Ford negó «absolutamente» cualquier atisbo de duda, apuntando al nominado al Supremo como uno de los dos hombres que la atacaron, la encerraron en un cuarto y trataron de quitarle la ropa.

La audiencia planteada por los republicanos, que ostentan la mayoría en el Senado, también contará con el testimonio del propio Kavanaugh, pero los conservadores no han admitido la posibilidad de sumar a más testigos, como Mark Judge, el otro hombre que presuntamente participó del asalto

Una audiencia ante todo el país

El magistrado de 53 años se juega su carrera en esta audiencia pública, transmitida en directo por televisión a todo el país. Si Christine Blasey Ford consigue convencer al presidente estadounidense, éste afirmó que podría renunciar a su candidato y proponer a otra persona. Pero hasta ahora, pese a que crecen las denuncias de supuestos abusos contra Kavanaugh, Trump ha mantenido su apoyo al juez, informa Afp.

Hace dos semanas, Kavanaugh parecía encaminado a obtener el visto bueno del Senado para entrar en la Corte Suprema, una jurisdicción que dirime cuestiones fundamentales de la sociedad estadounidense, como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías.

Para Trump, colocar a un juez conservador en un cargo vitalicio en la alta corte sellaría su objetivo de dejar en minoría a los jueces progresistas o moderados durante muchos años.

Pero las acusaciones de Christine Blasey Ford sobre lo sucedido en una fiesta en un barrio acomodado de las afueras de Washington en 1982 plantean dudas. Según el testimonio de la mujer, Kavanaugh con su amigo de la juventud Mark Judge la aislaron en una habitación y el futuro juez habría intentado inmovilizarla mientras trataba de desvestirla. En un momento de confusión ella habría logrado huir.

Desde que Blasey Ford salió a la luz con su testimonio, otras dos mujeres la siguieron.

Deborah Ramirezuna compañera de Kavanaugh en la Universidad de Yale que lo acusa de haberse quitado los pantalones y de haberle frotado los genitales en la cara, y Julie Swetnick, que el miércoles expuso una serie de supuestos abusos en un testimonio escalofriante.

«Yo vi a Brett Kavanaugh beber excesivamente en muchas de estas fiestas y lanzarse en conductas de abuso y comportamientos agresivos hacia las chicas, incluyendo tocamientos e intentos de sacarles la ropa o arreglarla para exponer las partes privadas de las chicas», dijo Swetnick en el comunicado difundido por su abogado, Michael Avenatti, quien también defendió a la actriz porno Stormy Daniels en su litigio contra Trump.

La mujer denunció que Kavanaugh con otros jóvenes intentaban embriagar a las chicas para poder abusar de ellas y dijo que fue víctima de una violación colectiva en 1982 en una fiesta en la que el juez estaba, sin dar más detalles.

«Cambiar de opinión»

Los demócratas exigieron inmediatamente que el presidente retirara la candidatura del juez Kavanaugh o que ordene al FBI una investigación sobre todas las acusaciones.

Trump, que hasta ahora se ha mantenido tenazmente al lado de Kavanaugh denunció un «timo» de los demócratas para frenar a su candidato.

El miércoles por primera vez emergió una sombra de duda en su sólido respaldo.

«Si creyera que él es culpable de algo así, sí, claro. Quiero ver», dijo Trump a los periodistas en Nueva York, donde participaba en la Asamblea de la ONU. «Es posible que si escucho algo así, diga: ‘Voy a cambiar de opinión'», agregó.

Fuente: Mundo.es