«ACLU se opone a la confirmación del juez Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo. Hay alegaciones creíbles de que el juez Kavanaugh ejerció malos comportamientos que no han sido investigados adecuadamente por el Senado», aseguró en un comunicado la presidenta de la organización, Susan Herman.
Washington (EFE).- La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) rechazó la candidatura del nominado del presidente de EE.UU., Donald Trump, para el Tribunal Supremo, Brett Kavanaugh, por las acusaciones de abusos sexuales que afronta.
“ACLU se opone a la confirmación del juez Brett Kavanaugh para el Tribunal Supremo. Hay alegaciones creíbles de que el juez Kavanaugh ejerció malos comportamientos que no han sido investigados adecuadamente por el Senado”, aseguró en un comunicado la presidenta de la organización, Susan Herman.
El posicionamiento es atípico para esta entidad, ya que entre sus políticas internas recoge que no debe posicionarse ante nominados presidenciales.
Las declaraciones llegan dos días después de que una de las tres mujeres que le han acusado, Christine Blasey Ford, asistiera al Senado en una audiencia pública para dar explicaciones sobre el supuesto abuso, que -según su versión- tuvo lugar en una fiesta en 1982.
Este testimonio, así como la respuesta del propio Kavanaugh han llevado a ACLU a “dudar de la valía del juez” para el Tribunal Supremo, cuyos magistrados gozan de un cargo vitalicio una vez que son confirmados en el puesto.
“No podemos quedarnos en silencio ante estas circunstancias extraordinarias en una designación de por vida para la corte más elevada del territorio”, expresó Herman, quien precisó que no rechazan la candidatura por los ideales de Kavanaugh sino por las alegaciones.
ACLU, una de las principales asociaciones de derechos civiles del país, recordó que solo se ha opuesto a un nominado al Supremo en cuatro ocasiones durante sus 98 años de historia y que, por ejemplo, no se posicionó sobre el último candidato, el actual juez de la sala Neil Gorsuch, también nominado por Trump.
Ayer, en un giro inesperado de los acontecimientos, Trump sucumbió a la presión de los senadores y ordenó al FBI que investigue las acusaciones contra Kavanaugh. EFE