Decía Baden Powell: “Es importante ser bueno, pero más importantes es hacer el bien.” Y Don Bosco completa esa expresión diciendo: “Haz el bien mientras aún tengas tiempo.”
Conocí el movimiento scout, en mi Moca natal, cuando tenía seis años. Allí formé parte de una manada, dirigida por el inolvidable sacerdote salesiano Andrés Németh. Tras emigrar mi familia a la ciudad de Santo Domingo a temprana edad, me integré a otro gran movimiento, el Oratorio Don Bosco.
Ya ordenado sacerdote me tocó ofrecer mi servicio educativo y pastoral en la obra salesiana de Don Bosco, donde nuevamente encontré como mentor al padre Andrés Németh. Tuve entonces la oportunidad de asociar el carisma salesiano de Don Bosco con la mística scout, acompañando al grupo 9, del cual fui “jefe”, por el que me asocié también al Consejo Nacional Scout.
Estos dos grandes maestros, Don Bosco quien dio origen a la familia salesiana, y Baden Powell fundador del movimiento scout, dejaron profundas huellas en mi persona. Estos grandes personajes de la historia, enamorados de la juventud, representan valores e ideales que iluminan a la sociedad complicada en que nos ha tocado vivir. Aunque no se conocieron, estos dos personajes, en parte contemporáneos, marcan desde el siglo diecinueve un sendero seguro a seguir en la educación de la niñez, adolescencia y juventud.
La experiencia de orfandad paterna vivida por ambos a muy corta edad, Don Bosco a los dos años y Baden Powell a los tres, refinó su sensibilidad y amor para dedicarse a la noble tarea de educar a las generaciones emergentes, sirviéndoles de padres y maestros.
Dejaron así ambos un tesoro inestimable, Don Bosco a través de su gran Familia Salesiana, compuesta por más de treinta instituciones al servicio de la juventud en el mundo; y Baden Powell en el movimiento scout.
En un mundo que parece estar acomodado a la oscuridad y a la tiniebla, Don Bosco y Baden Powell aportan una luz orientadora que la sociedad apenas tiene con qué pagar. Cada joven que se educa en la escuela de Don Bosco y Baden Powell se sale del montón y aprende también a ser luz para el mundo, haciendo siempre el bien.