La cancerofobia es el miedo o pánico a padecer cáncer. Lo pueden padecer tanto los pacientes que han tenido la enfermedad y les asusta repetirla en otro órgano o tener una recaída del mismo tumor, así como quienes no la han padecido y temen llegar a estar en la lista de las víctimas de esta enfermedad.
La patología de la cancerofobia ya es considerada como importante en el sector de la psicología oncológica, porque el estrés provoca un deterioro en la vida diaria, afectando de manera psicológica y social al paciente. Inclusive, llega a crear trastornos reales en el que se exageran síntomas comunes.
Estas explicaciones son de Mirna Santiago, cirujana oncóloga-laparoscopista, quien afirma que este trastorno es más común en los pacientes que han padecido la enfermedad.
“Alrededor de un 40% de ellos amerita apoyo psicológico para superar la enfermedad y también se ve en descendientes con historia familiar de cáncer”, sostiene.
Trae a colación el caso de la actriz estadounidense Angelina Jolie, quien en 2013 motivada por el fallecimiento de su madre, su abuela y tía por diferentes tipos de cáncer, decidió realizarse un perfil genético (Braca) que traduce la posibilidad o riesgo de sufrir cáncer de mama y ovario, teniendo como resultado un 87% de probabilidad por lo que se practicó una doble mastectomía profiláctica o de reducción de riesgo y más tarde una cirugía de ovarios.
Este hecho ha motivado a miles de mujeres, sobre todo en Estados Unidos, a acceder a la referida prueba con el fin de tomar la misma decisión, impactando esto en Europa y en países latinoamericanos por lo que se le ha denominado en la sociedad médica como “síndrome de Angelina Jolie”.
“Esto, sin embargo, ha traído confusión en la población femenina, quienes ahora van de forma proactiva a las consultas a pedir que se le retiren las mamas sin tener antecedentes oncológicos de cáncer y que sean sustituidas por una prótesis mamaria”, señala la especialista.
Resalta que algo que es muy importante aclarar en esta población, sobre todo cuando el cáncer de mama heredado es la menor causa en la población de cinco a un 10%, es que aún habiéndose practicado la cirugía de reducción de riesgo hay un 10% del tejido mamario que quedaría en sus mamas que puede tener la probabilidad de desarrollar el cáncer, y sobre todo que hay un cáncer de mama que debuta en los ganglios axilares, los cuales no son extirpados en la cirugía profiláctica.
Por lo que el personal de salud facultado debe hacerle las debidas aclaraciones a la paciente y sobre todo explicarles que sus mamas deben continuar en evaluación. En el país “El cáncer de mama no es prevenible. Sin embargo, sí hablamos de una detección temprana y eso se logra acudiendo a las visitas rutinarias de chequeos mamarios donde se le indican los estudios correspondientes para su edad”, destaca la especialista de Oncoserv.
Dice que en República Dominicana existen los medios para que puedan evaluarse y detectarse enfermedades mamarias a tiempo, pero aún así, el acceso a éstos y a los médicos que están capacitados en dar con un diagnóstico certero no está disponible en todas las zonas rurales, por lo que es triste ver que pacientes de escasos recursos llegan con enfermedades avanzadas.
“Esto se traduce en nuestras estadísticas recogidas penosamente de que la mayor población es diagnosticada en etapa III o IV o sea una enfermedad avanzada con poca probabilidad de supervivencia.
También los medicamentos de altos costos comprobados en tratar y curar la enfermedad no siempre están disponibles para la sociedad. A pesar de esto, hacemos una labor muy grande en alcanzar y llevar información a los más necesitados”, enfatiza.
Luz en el camino
Mirna Santiago dice que es importante que la realidad del cáncer, y sobre todo el de mama, identificable en etapas tempranas tiene un 95% de probabilidad de ser curable, por lo que no debe de crearnos una paranoia acudir a las evaluaciones para entrar dentro de las verdaderas estadísticas mundiales.