(AFP).-Grecia, Chipre e Israel se disponen a firmar este jueves en Atenas un acuerdo por el gasoducto EastMed, un proyecto de importancia geopolítica en el Mediterráneo oriental, donde la explotación de hidrocarburos crea tensiones con Turquía.
El objetivo de este acuerdo es que los tres países se conviertan en un eslabón importante en el suministro energético de Europa, y muestren también su determinación frente a las reivindicaciones de Ankara, que ambiciona varios yacimientos energéticos de la región.
Tras las reuniones previstas el jueves entre el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu, el presidente chipriota Nicos Anastasiades, y el primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis, los tres mandatarios sellarán este acuerdo «inter estatal» a las 16H30 GMT.
Al partir de Israel el jueves por la mañana con su ministro de Energía Yuval Steinitz, Benjamin Netanyahu destacó en un comunicado que «la alianza de los tres países» es de «enorme importancia para el futuro energético de Israel y para la estabilidad en la región». Este gasoducto «revoluciona la imagen energética de Israel», dijo.
Por su parte, el ministro griego de Energía y Medio Ambiente Kostis Hatzidakis afirmó en el canal de televisión griego Antena que el gasoducto es «un proyecto de paz y cooperación en el Mediterráneo oriental a pesar de las amenazas turcas».
– Transportar el gas israelí a Europa –
Con una longitud de 1.872 km, el EastMed, que en su mayor parte será submarino, permitirá el transporte de entre 9.000 y 11.000 millones de metros cúbicos de gas natural al año desde las reservas marinas frente a Chipre e Israel hacia Grecia, así como hacia Italia y otros países del sudeste de Europa vía los gasoductos Poseidón e IGB.
El origen del proyecto remonta al 2013. En aquel momento la Depa (sociedad pública griega de gas natural) incluyó este proyecto en la lista de «obras de interés común» de la Unión Europea que benefician de fondos europeos para cubrir una parte de los trabajos preparatorios.
El coste del gasoducto hasta Italia se estima actualmente en 6.000 millones de euros (6.700 millones de dólares).
El jueves por la tarde se firmará un acuerdo previo en el ministerio griego de Medio Ambiente y Energía entre la Depa y el consorcio israelí-estadounidense Energean Oil&Gas, que explota el importante yacimiento de gas Leviatán en Israel.
Para Grecia y Chipre, «la aceleración de los procedimientos relativos al proyecto EastMed se inscribe en el marco de las reacciones de Atenas ante los intentos de Turquía de anular la iniciativa», comentó el miércoles el diario griego de negocios Kathimerini.
Las reservas de gas y petróleo frente a las costas de Chipre han provocado una disputa con Turquía, cuyo ejército ocupa el tercio norte de esta isla, miembro de la UE.
Chipre firmó a principios de noviembre su primer acuerdo de explotación de gas con un consorcio que agrupa a las sociedades anglo-holandesas Shell, la estadounidense Noble y la israelí Delek.
Sin embargo, Ankara, que cuestiona el derecho de Chipre a realizar cualquier tipo de exploración y explotación de los recursos energéticos, realizó una demostración de fuerza en los últimos meses enviando buques de perforación a la Zona Económica Exclusiva (ZEE) de Chipre a pesar de las advertencias de Washington y de la UE.
La Unión Europea respondió adoptando una serie de medidas políticas y financieras para sancionar la continuación de estas perforaciones.
Desafiando estas advertencias y reforzando aún más su posición en la región, Ankara firmó a finales de noviembre un controvertido acuerdo marítimo con el Gobierno de Unidad Nacional (GNA), reconocido por la ONU.