Nairobi (EFE).- El expresidente de Kenia Daniel Arap Moi, que gobernó su país con mano de hierro entre 1978 y 2002, ha muerto este martes a los 95 años en un hospital de Nairobi, según informó el actual jefe de Estado. «Con profunda tristeza y pesar, anuncio el fallecimiento de un gran hombre de Estado africano», dijo Uhuru Kenyatta en una proclamación presidencial.
Moi (1924-2019), segundo presidente de este país de África del Este, llevaba un largo tiempo de hospitalizaciones prolongadas por «chequeos rutinarios», y sin que ninguna información médica saliera a la luz. Falleció, según el comunicado oficial, en el Nairobi Hospital, un centro privado de la capital keniana, esta madrugada rodeado de su familia. «Nuestra nación y nuestro continente están inmensamente dañados por la dedicación y el servicio» de Moi, que «pasó la mayor parte de su vida adulta dedicándose a Kenia y a África», ha resaltado Kenyatta, que ha ordenado un periodo de luto nacional hasta que se celebre el funeral del expresidente.
Moi fue primero ministro del Interior y luego vicepresidente durante el Gobierno de Jomo Kenyatta, el primer presidente keniano del país tras su independencia del Reino Unido en 1963. Llegó a la presidencia de Kenia en 1978, tras la muerte de Kenyatta, en un puesto que debía ser transitorio pero que, tras reunirse el gabinete de ministros y decidir que nadie más estaba interesado en el puesto, quedó oficializado con carácter permanente.
Al principio, el segundo de Kenyatta, apodado «Nyayo» («huellas» en suajili) por seguir los pasos de su antecesor, fue una figura popular y cercana con su pueblo, pero pronto se tornó su gobierno en un régimen dictatorial. Tras un intento de golpe de Estado en 1982, liderado por un mando del Ejército de bajo rango y apoyado por universitarios, Moi aprovechó para prohibir todos los partidos políticos y eliminar cualquier oposición, en un periodo negro y dictatorial que acabó con el encarcelamiento de múltiples voces disidentes, incluida la del famoso escritor keniano Ngugi wa Thiong’o.
Para Thiong’o, que tuvo que salir exiliado ese mismo año, Moi «aterrorizó (al país) durante 24 años y destruyó todas las instituciones creíbles, incluidos los partidos políticos», según afirmó en una columna en The New York Times. Tras las peticiones de países extranjeros de mayor apertura y cambios políticos y la presión popular, Moi se vio obligado a reintroducir los partidos políticos en 1991, y consiguió ganar el año siguiente las primeras elecciones multipartidísticas celebradas en el país. Cinco años después, revalidó el cargo en otros comicios, tras los que murieron centenares de personas en las protestas posteriores.
Nacido en Sacho, en el oeste de la Kenia colonial, el 2 de septiembre de 1924, Moi, de etnia kalenji y maestro de profesión, tuvo 8 hijos con Lena Moi, de la cual se separó antes de llegar al poder, y es propietario de numerosas escuelas en todo el país. Su nombre bautiza también grandes avenidas, aeropuertos (el de la ciudad portuaria de Mombasa), universidades y estadios deportivos.
Fuente: El País