El Gobierno de Italia ha implantado esta madrugada medidas drásticas para controlar la propagación del coronavirus. El Ejecutivo ha publicado un decreto que comienza el 8 de marzo y duraría hasta el 3 de abril, por el momento. En su artículo 1 se establece la prohibición de entrar o salir a todas las personas de Lombardía y otras 11 provincias italianas. En total, unos 16 millones de personas están afectadas. Esto significa el aislamiento absoluto para evitar la propagación de la enfermedad.
Entre las partes afectadas, llamadas zonas rojas, está Módena, la sede de Ferrari o Tavullia, el pueblo de Valentino Rossi. Todo un golpe al mundo del motor.
La ‘Scuderia’ ya ha enviado su material y personal hacia Australia, con lo que, por ahora, han escapado, pero está por ver si pueden volver o cómo acudirán la segunda carrera. Se salva, por ahora, Alpha Tauri, pues Faena, aunque esté en el borde, no está entre esas zonas. Pirelli, suministrador de la F1, con sede en Milán, también está afectada de pleno.
Los coches, el personal y el material ya están camino a Melbourne para la primera cita (15 de marzo), pero se da la paradoja de los italianos de esas zonas no podrán regresar a sus casas o a las fábricas antes de afrontar la segunda prueba del año en Bahréin (29 de marzo), que se ha confirmado que será a puerta.
El Gran Premio de Bahrein de Fórmula 1 se disputará a puerta cerrada por el coronavirus https://t.co/Mz4xUSlrpg vía @marca
— Marca Motor (@marcamotor) March 8, 2020
xtiende al 3 de abril, día en el que se deberían disputar los entrenamientos libres. Gigi Dall’Igna, el capo ducatista, ya lo tiene claro. «Lo razonable sería iniciar el Mundial en Argentina», decía. Pero, claro si no pueden salir los italianos, o algunos de ellos, será imposible.
Tanto en la F1 como en MotoGP, sus rectores ya avisaron que si falta uno solo de los competidores no habrá carreras, para preservar «la equidad», como dijo Ezpeleta.
El Gobierno italiano sólo establece dos excepcionalidades para entrar o salir de estas zonas: «motivos familiares graves» o «excepcionales de trabajo». Está por ver cómo se interpreta esto último.
Por supuesto, la medida no afecta sólo a los pilotos. Cientos de trabajadores de equipos también están incluidos. Los conjuntos de Moto2 y Moto3 que están en Qatar o los de F1 en Australia tienen hasta difícil entrar de vuelta en Italia. Ambos Mundiales, además de muchos otros eventos, corren serio peligro. La solución de la puerta cerrada ya no parece viable al no estar los protagonistas ni los que los ayudan.
En el decreto hasta se especifican multas de hasta tres meses de prisión y una fuerte multa por violar la prohibición.
Fuente: marca.com