’Blue Room’ (‘Cuarto Azul’) es el nombre de una plataforma que configura una experiencia única de inmersión controlada. Desarrollada por la Universidad de Newcastle y la compañía Third Eye Technologies, este sistema ya ha sido implementado con éxito en el servicio público de sanidad británico.
Ocho de cada nueve niños tratados con esta tecnología fueron capaces de hacer frente a una situación a la que antes le tenían miedo, incluso algunos lograron superar definitivamente sus fobias, con apenas cuatro sesiones. Para aplicar la terapia los pequeños se sitúan en una habitación cerrada en forma de cubo, capaz de recrear imágenes audiovisuales del mundo real, en 360 grados. Una sensación completamente envolvente, sin visores, cascos ni auriculares que podrían generar angustia a algunos autistas.
Una vez dentro del cubo de realidad virtual, los niños pueden moverse por toda la escena, interactuar y navegar con los distintos elementos gracias a los controles de un iPad. Al mismo tiempo que realizan estas acciones, un psicólogo les asesora y proporciona ejercicios de relajación y respiración.
Con información de Alta Densidad