Acabamos de iniciar la primavera y ya estamos pensando en esos biquinis y bañadores que nos acompañarán durante nuestra próxima escapada estival. Lo cierto es que no se trata de un planteamiento descabellado, ya que hacer acopio de un nutrido grupo de trajes de baño antes de que los mejores modelos (lo más solicitados) desparezcan de la Tierra es una de las mejores ideas de shopping que podríamos tener a estas alturas de temporada. Puede que estemos exagerando o puede que no, pero el caso es que conviene tener las cosas claras en este sentido.
Y si hablamos de piezas que prometen ser un éxito durante el próximo verano, el bañador nude de Bella Hadid es sin duda una de ellas. La modelo no se ha separado de este sensual modelo durante sus últimas vacaciones en Jamaica, y eso que a priori el bañador no parece especialmente «cómodo». ¿Cuál es entonces la clave de su éxito? Bueno, mejor hablamos en plural,las 5 claves son…
1. Color exquisito
Es nude, pero tampoco demasiado. Su perfecto tono entre maquillaje y rosa pálido se adapta a cualquier tipo de piel –la más blancas incluidas–. Esto implica que a medida que nos bronceamos durante las vacaciones, el bañador se funde a la perfección con la tez que vayamos adquiriendo.
2. Aberturas infinitas
A pesar de que cuenta con poca tela, y por lo tanto cubre poco, resulta muy difícil determinar dónde acaba el bañador y empieza la piel. En sus laterales, este modelo atesora unas infinitas aberturas elaboradas a partir de un sutil juego de cuerdas que se prolonga hasta la espalda.
3. El regreso del «Thong»
Igual sucede, aunque no lo tenemos claro: este verano, el bañador-tanga podría regresar a nuestras vidas. Lo mejor de todo es que viendo la parte delantera del modelo que luce Bella Hadid, nadie imaginaría lo que esconde (o muestra) su parte trasera.
4. La firma
El modelo se llama «Solana» y pertenece a la firma By The Sea. Está disponible en diferentes colores: coral, azul, rosa… Aunque intuimos que el tono exacto del bañador de Bella ya no está disponible.
5. El precio ¿asequible?
Resulta difícil determinar con exactitud si una prenda es «asequible» o no, ya que esta palabra está directamente relacionada con las condiciones económicas del consumidor. Sea como fuere, el traje de baño cuesta 150 $. Un precio que dista mucho del que atesoran otros modelos de baño de firmas de lujo, pero también está bastante alejado de las cifras que practican las marcas low cost.
Fuente: Vogue.