El jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, renovó el miércoles su acusación de que el nuevo coronavirus responsable de la pandemia de la COVID-19 probablemente surgió en un laboratorio chino, señalando sin embargo tener «evidencia» de ello pero «no certeza».
Pompeo instó nuevamente a los países a presionar a China para que proporcione más datos sobre los orígenes de la enfermedad, que ha matado a más de 250.000 personas en todo el mundo y ha puesto a la economía global ante la peor recesión en casi un siglo.
«No tenemos certeza, y hay evidencia significativa de que esto provino del laboratorio. Esas dos declaraciones pueden ser ciertas», dijo Pompeo cuando se le preguntó en rueda de prensa sobre los comentarios divergentes de altos funcionarios estadounidenses.
«El pueblo estadounidense sigue en riesgo porque no sabemos (…) si comenzó en el laboratorio o si comenzó en otro lugar», afirmó Pompeo, exjefe de la CIA.
Y agregó: «Hay una manera fácil de encontrar la respuesta a eso: transparencia, apertura, el tipo de cosas que hacen las naciones cuando realmente quieren ser parte de la solución de una pandemia global».
Pompeo ha estado a la vanguardia de la teoría de que el virus SARS-CoV-2 salió del Instituto de Virología de Wuhan, que investiga algunas de las enfermedades más mortales del mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó las afirmaciones de Pompeo de «especulativas» y el principal epidemiólogo que asesora a la Casa Blanca, Anthony Fauci, dijo en una entrevista esta semana que toda evidencia hasta ahora «indica fuertemente» un origen natural del nuevo coronavirus.
Hasta la especulación sobre su posible origen en un laboratorio, la mayoría de los científicos creían que el virus surgió en un mercado de Wuhan donde se venden animales exóticos.
La administración del presidente Donald Trump ha culpado repetidamente a China y a la OMS por el alcance del brote devenido en pandemia, en lo que los críticos del mandatario republicano consideran un intento de desviar la atención del manejo de la crisis sanitaria en Estados Unidos, que registra la cifra de muertos y contagios más alta del mundo.
Pompeo sugirió que Estados Unidos no participó en la teletón dirigida por la Unión Europea del lunes, que recaudó unos 8.000 millones de dólares para desarrollar una vacuna, debido a la presencia de China.
«China estaba allí. Así que la parte que perpetró esto, que comenzó en Wuhan, China, estaba allí. Y lo lamentamos. No hubo un llamado a la transparencia», dijo Pompeo.
La Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) de Estados Unidos anunció el jueves pasado su conclusión de que el nuevo coronavirus se originó en China pero «no fue creado por humanos o modificado genéticamente».
En un comunicado, la DNI dijo que continuará investigando «para determinar si el brote comenzó por el contacto con animales infectados o si fue el resultado de un accidente en un laboratorio en Wuhan».
Fuente: Agencia Francesa de Prensa