(AFP).-La gobernadora de Tokio declaró su victoria para un segundo mandato a la cabeza de una de las ciudades más pobladas del mundo, comprometiéndose desde el resultado de las elecciones del domingo a luchar contra el recrudecimiento de los casos de nuevo coronvirus en la capital nipona.
Los principales medios de comunicación japoneses informaron de su victoria inmediatamente después del cierre de las mesas electorales a las 20H00 locales (11H00 GMT).
En este escrutinio, dominado por la pandemia y la cuestión del aplazamiento de los Juegos Olímpicos de Tokio, la Koike, de 67 años, política de derecha experimentada y comunicadora, a menudo citada como la posible primera mujer en llegar a ser primer ministra del Japón, se enfrentó a un récord de otros 21 candidatos, la mayoría hombres sin experiencia política.
Las medidas de lucha contra la pandemia son también una prioridad para lograr «Juegos seguros y serenos» y para «reducir el coste y simplificarlos», dijo con respecto a las Olimpíadas 2020 de Tokio, que se aplazaron hasta el verano de 2021 debido a la pandemia.
Para la votación se adoptaron numerosas medidas de lucha contra la propagación del virus como marcas de distancia en el suelo, máscaras faciales de plástico para los agentes de las mesas electorales y desinfección de las cabinas de votación después de cada uso.
– Regreso a la escena nacional –
Elegida con gran éxito en 2016 primera mujer al frente de la inmensa capital, Koike había vuelto a la escena nacional en los últimos meses por su gestión de la crisis del coronavirus, informando sin descanso de la situación, incluso en inglés, una iniciativa rara en Japón.
Incluso antes de que el primer ministro nipón Abe declarara el estado de emergencia en abril, ella se adelantó a finales de marzo a alentar a los habitantes de Tokio a trabajar a distancia cuando fuera posible, en un país donde está profundamente arraigada la cultura de largas horas de presencia en la oficina.
Sus principales competidores entre el número récord de candidatos fueron Kenji Utsunomiya, abogado de 73 años apoyado por el Partido Constitucional Demócrata y otros dos partidos de la oposición y Taro Yamamoto, 45 años, exactor y fundador del partido opositor Reiwa Shinsengumi.
Utsunomiya prometía fortalecer el sistema médico de la capital, saturado por la pandemia.
Por su parte, Yamamoto se comprometía a cancelar los Juegos Olímpicos, una promesa que respondía a la creciente reticencia de los japoneses a ese evento, cuya apertura está prevista para el 23 de julio de 2021 a raíz de un aplazamiento histórico debido a la epidemia.
Poco más de la mitad de la población de Tokio cree que los Juegos deberían aplazarse de nuevo o cancelarse, según los resultados de una encuesta difundida a finales de junio.
Koike, que se unió en 2002 al Partido Liberal Demócrata (PLD), en el poder casi ininterrumpidamente desde 1955, ha llevado a cabo una campaña independiente en línea con el apoyo de los dirigentes del PLD.
Esta formación no la había apoyado en 2016, apostando por un candidato masculino.