En un clima de protesta, con manifestaciones en el Lejano Oriente, la crisis económica y el presunto envenenamiento del opositor Alexéi Navalni, las elecciones locales en Rusia a partir del viernes serán más complejas que de costumbre para el partido del Kremlin.
En 41 regiones, los rusos están llamados a elegir 20 gobernadores, asambleas regionales o municipales y cuatro diputados al parlamento.
La votación tiene lugar de viernes a domingo para limitar el riesgo de propagación del coronavirus, pero los opositores temen que esto pueda facilitar el fraude.
Normalmente las elecciones locales suscitan poco interés, ya que la abrumadora mayoría de las regiones parecen inevitablemente controladas por el partido de Vladimir Putin, Rusia Unida.
Pero en algunos casos podría haber sorpresas para la máquina electoral del Kremlin.
– «Totalmente en crisis» –
Ante los problemas económicos acentuados por la pandemia y su reputación de clientelismo, el partido de Rusia Unida está cayendo en las encuestas, a un año de las elecciones legislativas rusas.
A esto se añade la situación en la ciudad de Jabárovsk, en el Lejano Oriente ruso. Aunque no están previstas elecciones allí, desde hace dos meses Moscú no pudo poner fin a las grandes manifestaciones que denuncian el arresto del gobernador regional, elegido dos años antes frente al favorito del Kremlin.
«Este partido [Rusia Unida] está totalmente en crisis y no ofrece la más mínima idea nueva», dice el politólogo Alexander Kynev.
En su opinión, el partido apuesta por la baja participación y quiere maximizar al mismo tiempo la de los funcionarios, que pueden verse obligados a votar a favor del partido en el poder.
Según Kynev, el Kremlin también ha favorecido la aparición de cuatro partidos creados para «dividir el voto».
La oposición quiere aprovechar este contexto para ganar votos, sobre todo en las regiones remotas donde hay desconfianza hacia el poder de Moscú, acusado de interesarse sólo por las riquezas naturales de la periferia.
El opositor Alexéi Navalni estaba en campaña en Siberia en agosto cuando fue víctima de un presunto envenenamiento.
Estaba filmando dos investigaciones sobre la corrupción de las élites en Tomsk y Novosibirsk y había venido a la región para apoyar a los candidatos que se presentaban en estas ciudades.
La región de Novosibirsk y su capital homónima son emblemáticas de las actuales elecciones regionales.
– «Mayor libertad en Siberia» –
«Por lo general, las elecciones se sabe como van a acabar, pero esta vez no, me encanta», dice Serguéi Boiko, de 37 años, una conocida figura política de Novosibirsk, la tercera ciudad más grande del país.
Boiko se unió a la oposición para oponerse a Rusia Unida y al Partido Comunista, que han unido sus fuerzas para compartir el poder en la ciudad y su región.
La coalición Novosibirsk 2020 presenta a la asamblea municipal una treintena de candidatos y durante la campaña tuvo el apoyo de voluntarios y activistas del Fondo Anticorrupción de Alexéi Navalni.
La organización del opositor publicó una investigación justo antes de las elecciones sobre cómo los diputados y funcionarios leales al poder se benefician de los contratos públicos.
Boiko, un hombre de negocios que lo dejó todo en 2015 para entrar en la política, espera que otro factor vaya a su favor: «Históricamente hay una mayor libertad en Siberia, lejos del poder y de Moscú».
Pero sus ambiciones no están exentas de peligro. Algunos miembros de su alianza fueron agredidos y su cuartel general de campaña fue atacado.
Un representante de Navalni fue golpeado por desconocidos en Chelyabinsk, entre los Urales y Siberia. Sin embargo no es suficiente para que Khelga Pirogova, miembro de Novosibirsk 2020, se rinda. Esta mujer de 31 años espera una victoria que sea «un modelo para toda Rusia».
Estos opositores quieren formar un grupo en la asamblea municipal con un programa basado en el acceso al transporte y la ecología en la ciudad, muy contaminada y expuesta a las consecuencias desastrosas del cambio climático para Siberia.
Fuente: Agencia Francesa de Prensa