Será la culminación de una de las numerosas investigaciones sobre el fútbol mundial: Jérôme Valcke, antiguo número 2 de la FIFA, y Nasser Al-Khelaïfi, presidente de beIN Media y del PSG, comparecen desde este lunes en Suiza en un caso de derechos de televisión.
Los dos hombres pueden ser condenados hasta a cinco años de prisión en este juicio que se lleva a cabo hasta el 25 de septiembre en el tribunal federal de Bellinzone, al que llegaron este lunes por la mañana temprano acompañados de sus abogados.
Tras el examen de una cuestión de procedimiento, los debates deben reanudarse a las 11H30 GMT.
– Restituir dinero a la FIFA –
La audiencia tiene lugar bajo la doble amenaza de la crisis sanitaria, que ya malogró un proceso previo, y las acusaciones de connivencia entre la fiscalía suiza y la FIFA, que han minado su credibilidad.
La justicia le reprocha a Valcke haber favorecido la cesión al gigante catarí beIN Media de los derechos audiovisuales para Oriente Medio y el Norte de África de los Mundiales 2026 y 2030 a cambio de «prebendas indebidas» de manos de Al-Khelaifi.
Según la acusación, el caso habría comenzado el 24 de octubre de 2013 en la sede francesa de beIN, con la promesa por parte del dirigente catarí de que compraría una villa en Cerdeña por cinco millones de euros (5,94 millones de dólares), y le concedería el uso exclusivo a Valcke y después le cedería la propiedad a todos los efectos dos años después «si se mantenía la confianza».
En contrapartida, sostiene la fiscalía, Valcke se comprometió a «hacer lo que estuviera en su mano» para que beIN se convirtiese en el difusor en esas regiones de los Mundiales-2026 y 2030: algo que se cumplió el 29 de abril de 2014, en un acuerdo que la FIFA no trató de deshacer después.
Desde el punto de vista judicial no se trata sin embargo de «corrupción privada»: la acusación tuvo que abandonar ese término debido a un «acuerdo amistoso» a finales de enero entre la FIFA y Nasser Al-Khelaifi, cuyo contenido no ha sido revelado.
Ahora, Valcke deberá explicar por qué «conservó para él» unas prebendas «que debieron ir a parar a la FIFA».
Como asalariado de la instancia, su obligación de «restituir» el dinero percibido en el marco de sus funciones «se aplica asimismo para los sobornos», según una decisión del 25 de marzo.
Al-Khelaifi, antiguo jugador de tenis convertido en uno de los hombres más influyentes del fútbol mundial, responderá por su parte por «instigación a la gestión desleal», por la que se expone a cinco años de prisión.
– Posible primer veredicto en Suiza –
En su segundo caso, Valcke deberá responder entre otros cargos por «corrupción pasiva repetida» y «gestión desleal agravada», junto al empresario griego Dinos Deris, de 63 años.
El antiguo periodista de Canal+ habría percibido 1,25 millones de euros, en tres pagos en 2013 y 2014, para favorecer la concesión en Grecia e Italia de los derechos audiovisuales de varios Mundiales.
La defensa cuenta con un ángulo de ataque: las acusaciones de connivencia nacidas de tres encuentros secretos en 2016 y 2017 entre el presidente de la FIFA Gianni Infantino y el antiguo jefe de la fiscalía suiza, Michael Lauber, ambos objeto de una investigación por «obstaculización de la acción penal».
Parte denunciante en los dos casos, la FIFA reclama «entre 1,4 millones y 2,3 millones de euros» a Valcke por haber disfrutado durante 18 meses de la Villa Bianca. Además solicita 1,25 millones de euros a su antiguo secretario general y a Dinos Deris.
Si el proceso llega a su término, se tratará del primer veredicto pronunciado en Suiza, sede de la mayoría de organizaciones deportivas internacionales, sobre la veintena de procesos abiertos desde hace cinco años en torno a la FIFA.
En abril, el tribunal penal federal fue obligado a cerrar un proceso iniciado en marzo por sospechas de corrupción en la atribución del Mundial-2006 a Alemania; primero aplazado por el covid-19, este caso que implica al antiguo ‘Kaiser’ del fútbol Franz Beckenbauer acabó prescribiendo.
Fuente: AFP