La tierra de Hielo y Fuego está de moda. Quizá sea por la popularidad de la saga Juego de Tronos y sus escenas al otro lado del muro o las ansias de los viajeros por descubrir el lugar donde Julio Verne marcó como la entrada al centro de la Tierra. Sea lo que sea, los viajes a Islandia han crecido muchísimo en los últimos años y no nos extraña porque es un destino realmente único.
De Islandia destacan sus paisajes de ciencia ficción repletos de geisers, campos de lava, glaciares o cascadas de ensueño. También lo poco masificado que está turísticamente (en comparación a otros lugares de Europa) y la sensación de libertad que esta circunstancia provoca en el viajero. La capital de este peculiar destino no suele destacar demasiado la atención. Reikiavik es una ciudad pequeña, aunque es con diferencia la más grande y poblada del país.
Además de ser el punto de entrada principal a Islandia, Reikiavik es una urbe muy animada y con una oferta cultural de primer nivel. Nosotros te aconsejamos encarecidamente que viajes a Islandia en invierno, para ver la auroras boreales o en verano es cuando se puede observar el fenómeno del sol de medianoche.
Islandia es un país precioso como pocos, especialmente por sus recursos naturales. Nosotros creemos que es mejor emplear pocos días en una ciudad de este tamaño y centrarse más en la exuberante y salvaje naturaleza.
Sinceramente con un par de días completos, máximo tres, puede ser suficiente para visitar los principales atractivos de la capital de Islandia. Siempre puedes dejar media jornada para las compras de última hora tras alucinar con sus incomparables paisajes.
Islandia es un país caro si lo comparamos con los estándares de otros paises de Europa. Al ser una isla muchas cosas se deben importar desde otros países y eso incrementa su precio.
La vida en Reikiavik está ahora algo más barata que hace años por la depreciación de la corona islandesa, aunque piensa que visitar los parajes naturales es completamente gratuito, incluidas las acampadas. Alquilar un coche si que puede resultar bastante más caro que en otros destinos.
Como buena capital del reino, tienes de todo y para todos los bolsillos. Los pescados, el marisco y el cordero son la base de la alimentación islandesa. También el sushi.
En la capital de Islandia podrás encontrar alojamientos de todos los precios, aunque la oferta es más bien escasa sobre todo en verano. Tienes desde albergues a campings, pasando por casas de huéspedes, casas particulares y por supuesto hoteles.
Aunque es la capital del país, Reikiavik es una ciudad bastante pequeña. Eso sí, tiene la oferta cultural más interesante de Islandia y un ambientazo espectacular, especialmente en el distrito 101.
Lugares mas interesantes para conocer:
- Dar un agradable paseo por la zona del lago Tjörn, de las más bonitas de la ciudad por sus típicas casas de colores.
- Visitar la peculiar Hallgrímskirkja, una catedral que parece una nave espacial o una figura hecha con Lego o Minecraft. Además, tiene las mejores vistas de Reikiavik.
- Acercarse hasta el puerto y probar la mejor sopa de langosta del mundo o la carne de ballena.
- Si viajas en verano y hace buen tiempo, tomar el sol en Austurvöllur y ver como los islandeses celebran la llegada del astro rey.
- Disfrutar del peculiar arte contemporáneo islandés en Listasafn Íslands, digno de la imitación de Björk que hizo Joaquín Reyes para La Hora Chanante,
- Si viajas con niños, puedes pasar una tarde en el peculiar zoo de Reikiavik, aunque es más bien una granja-escuela.
- Gastar mucho dinero en la interesante moda islandesa y perderse por las calles del distrito 101.
- Contemplar la ciudad desde el mirador del Perlan, donde también está ubicado el Museo de las Sagas.
- Si te sobra tiempo, puedes pillar un barco desde el puerto para intentar el avistamiento de ballenas.
El tamaño de Reikiavik te permite recorrer la ciudad tranquilamente caminando.
Y recuerda que cuando viajas al extranjero siempre es conveniente estar protegido por lo que pueda pasar. Te recomendamos hacer un viaje a Islandia con una buena póliza que te cubra en destino posibles accidentes, hospitalizaciones por enfermedad o contratiempos que puedan suponer un sobrecoste en tu presupuesto de viaje (ten en cuenta que la hospitalización o atención médica en muchos países es extremadamente cara).