El Arzobispo de Concepción (Chile), Mons. Fernando Chomali, recordó cuál es el rol fundamental de la Iglesia en la vida de la sociedad.
El Prelado hizo esta reflexión en días en que la Convención Constitucional, organismo a cargo de redactar un proyecto de Constitución para el país, discute los primeros artículos.
En ese contexto, Mons. Chomali recordó que si bien la llamada “separación Iglesia Estado” rige en el país desde 1925, hoy “sigue igual de vigente y representa en profundidad” las palabras de los obispos de la época.
“El Estado se separa en Chile de la Iglesia; pero la Iglesia no se separará del Estado y permanecerá pronta a servirlo; a atender al bien del pueblo; a procurar el orden social; a acudir en la ayuda de todos, sin exceptuar a sus adversarios, en los momentos de angustia en que todos suelen, durante las grandes perturbaciones, acordarse de ella y pedirle auxilio”, citó.
En ese sentido, Mons. Chomali aseguró que “la Iglesia reconoce que la autoridad política y el Estado es fundamental en la sociedad”.
Lo anterior, “dado que el hombre, la familia y las organizaciones por sí mismas no pueden lograr por su plena realización y que cuando habla del bien del pueblo se refiere al bien común entendido como ‘el conjunto de aquellas condiciones de la vida social que permiten a los grupos y a cada uno de sus miembros conseguir más plena y fácilmente su propia perfección’”, citó la constitución Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II.
Si bien, se ha de promover el bien común y, “nadie puede abstraerse de ello, es menester reconocer que es la tarea prioritaria del Estado y la razón de ser de la autoridad política”.
En ese sentido, “quienes ostentan el poder político les corresponde promover y garantizar una organización adecuada de la sociedad y fomentar la unidad de la sociedad de tal manera que cada uno pueda lograr su plena realización en aras del bien común”.
Pero, ese bien común “exige garantizar algunos aspectos esenciales en la vida de las personas y la sociedad” como “el respeto de la persona” en su dignidad para “asegurarle la protección de su vida desde el momento de la fecundación hasta la muerte natural, así como de su vida privada y de su justa libertad, así como del derecho de profesar su fe religiosa”, sostuvo Mons. Chomali.
El Estado debe garantizar la posibilidad de “llevar una vida verdaderamente humana, lo que significa poder formar una familia, disponer de alimento, vestido, salud, educación, trabajo y cultura”.
Al Estado le corresponde “garantizar el derecho que tienen los padres de educar a sus hijos y el rol fundamental que en esta materia tiene la Iglesia”.
También, “es tarea del Estado procurar estabilidad y seguridad a la población, así como un orden justo que garantice la paz” y el orden social, recordó Mons. Chomali.
En ese contexto, la Iglesia “coopera en la construcción de una sociedad más fraterna y justa a través de su misión evangelizadora. En efecto, la labor de la Iglesia es anunciar el Evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y proclamar la verdad acerca del hombre”, recordó.
Esa tarea la realiza a través “su acción pastoral que abarca su presencia en las parroquias, la educación y en sus múltiples obras sociales que dan prueba de su amor por el hombre, especialmente del más necesitado”.
“La Iglesia promueve un mensaje de amor y pretende que los hombres conociendo a Jesucristo tengan, mediante la fe en Él, una vida según sus enseñanzas y preceptos”, describió.
Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, Reflexiones de la relación Iglesia – Estado 🙏 #Noticias #Chile #IglesiaCatolica pic.twitter.com/xcSMjfK295
— Iglesia de Concepción | Católicos (@iglesiadeconce) March 17, 2022
El Arzobispo de Concepción recordó que “la tarea de la Iglesia es fundamental en una sociedad dado que ayuda al hombre a encontrarle sentido a su vida, la dimensión trascendente de ésta y el servicio a los demás como fundamento último de su razón de ser en el mundo. Una organización social o política por más perfecta que sea es incapaz de ello”.
Además, la Iglesia “al proclamar la verdad acerca del hombre revelada por Jesucristo, Verbo del Dios hecho carne, promueve valores inherentes a tal dignidad, como lo es el respeto por la vida humana, la promoción del matrimonio como fundamento de la familia y el derecho de cada ser humano a ser concebido y llevado en las entrañas por su madre y educado por sus padres”.
“De la misma manera promueve un orden social justo en virtud de la dignidad de la persona humana como causa, centro y fin del quehacer de la política en el mundo en una concepción del hombre en cuanto cuerpo y espíritu”.
En ese sentido, la Iglesia “está llamada a alertar con claridad y sin ambigüedades de los peligros de una sociedad materialista que pierde el sentido trascendente de la vida del hombre y lo reduce a su condición biológica o a un mero engranaje de la sociedad del que puede disponer sin restricción alguna”.
Mons. Chomali recordó que la Iglesia “no pretende poder político alguno y está más allá de la contingencia” pero “faltaría gravemente a su misión si es indiferente a todo aquello que atenta en contra del hombre”.
“Su voz la alza en cuanto colabora a que en todos los campos de la vida social se tenga presente al hombre y la dignidad que lleva grabada en cuanto imagen y semejanza de Dios”, destacó.
“La Iglesia promoviendo el Evangelio no se inmiscuye en las labores del Estado, pero ofrece un precioso servicio a la humanidad dado que está convencida que para conocer al hombre integral hay que conocer a Dios y que Jesucristo le revela al hombre el propio hombre y le hace descubrir la sublimidad de su vocación”.
“La Iglesia es una institución fundada por Jesucristo que está siempre dispuesta a servir a quien necesite de ella, dado que allí está su razón de ser”. Ese mensaje evangélico debe ser acompañado por el testimonio de cada uno de los católicos y de los obispos quienes tienen la “responsabilidad de ser los primeros en anunciar la buena Nueva hasta el fin de los tiempos”, concluyó.
Fuente: aciprensa.com