Hola y muy bendecido día, estimados todos.
Mi nombre es: Orissel Caamaño, soy dominicana, con mucho orgullo; y ahora resido en la Ciudad de México, México.
Me he sentido movida en la mañana de hoy a compartir algo de mi conversión, es muy hermoso el llamado de Dios por medio de la Santísima Virgen María; a los 13 años, mis padres comenzaron a llevarnos todos los domingos a la misa, junto con mis otras dos hermanas, al inicio, no lo puedo negar, era algo fastidioso para mí, pues de pronto, nos empiezan a llevar a misa, todos los domingos cuando en realidad, nosotros éramos «católicos» por tradición y no por convicción; Dios en su infinito amor, utilizó a nuestros padres para que nos empezaran a llevar, lo cual les doy muchas gracias!
Comenzamos a tomarle agrado y amor a nuestra iglesia, y un día en mayo, mientras miraba la televisión, transmitieron en una caricatura las apariciones de Fátima, y me quedé embobada mirando ese gran misterio y las grandes apariciones de nuestra Madre Santísima; de los mensajes que ella transmitió con mucho amor y gran insistencia: es la del rezo diario del Santo Rosario, la penitencia y la oración constante por la conversión de los pecadores; además de las promesas que ella hace a los que rezan el rosario y a quienes divulgan esta devoción… yo sentía como el corazón se me inflamaba cuando miraba esas escenas, fuertemente en mi alma sentí el impulso de comenzar rezar el rosario (lo cual no sabía y aprendí) antes me parecía una oración muy sonsa y algo aburrida, pero cuando fui entrando y meditando en cada misterio, y al ver como Jesús nos ama inmensamente y nos llama por tantos medios, pues fui tomándole mucho amor.
Con el inicio del rezo del rosario, me sentí llamada también a promover su rezo, pasé a imprimir y sacar copias de cómo se reza y lo repartí a mis hermanas a mi mamá a compañeros de la escuela… y así, ya ni recuerdo a cuantas personas… pero Dios en su amor tan inmenso nos llama por tantos medios, con el rosario, a través de los años nuestra madre con gran amor me ha ayudado a controlar mi carácter, a mostrarme que todo está en sus manos, a no desesperarme, a permanecer confiada en Dios y su amor, que aún en momentos de mucha angustia, Él me da su paz y consuelo, que Él me ayuda a seguir adelante y no desfallecer… Jesús escucha a su madre Santísima, y cuando pedimos algo a Dios por medio de ella, pueden estar seguros que si no da la respuesta que esperamos, nos dará lo que realmente necesitamos.
Puedo comentar, que uno de los milagros que Dios hizo por medio de la intercesión de nuestra madre Santísima, fue la sanación del papá de una gran amiga mía y hermana, ella me dijo que su papá estaba enfermo, y yo tan pronto pude, fui a su casa, y le dije: «podemos rezar el rosario por tu papá», y así lo hicimos, durante el rezo el Señor me hizo sentir fuertemente la presencia de María Santísima y como ella iba tomando nuestra petición, para no alargarles el cuento, para la Gloria de Dios, su papá sanó casi de inmediato.
Son muchas las manifestaciones de Dios por medio de nuestra Madre Santísima.
Les exhorto con gran amor y caridad en Cristo Jesús, que se acerquen a Dios por medio de nuestra madre María, que ella, su Madre, les mostrará cosas que ni se imaginan.
Con mucho cariño:
Orissel
Dios que es grande en Misericordia, les siga bendiciendo.