El Día Mundial del Psicólogo se estableció en el año 1974, cuando se celebró el Primer Encuentro Nacional de Psicólogos y Estudiantes de Psicología en la ciudad Argentina de Córdoba.
Mientras, que la Psicología en República Dominicana inició en 1967 con la creación de los primeros departamentos de Psicología en dos universidades dominicanas.
Estudiar la profesión en el país es una excelente opción para desarrollarte en este campo del conocimiento.
¿Cuándo ir al psicólogo?
Aunque para muchos acudir a terapia puede ser un sinónimo de debilidad y vergüenza. No es necesario tener un diagnóstico previo ni sufrir un malestar o un problema de carácter psicológico concreto para llegar al consultorio.
A continuación veremos en qué casos es importante consultar con un o una profesional de la psicología:
- Te haces daño a ti o haces daño a los demás. Ya sean agresiones físicas o verbales, en forma de autoagresividad o heteroagresividad, deben cesar cuanto antes. Un psicólogo o psicóloga realizará una evaluación de tu personalidad y de tu situación actual para encontrar la causa de este comportamiento y enseñarte estrategias para gestionar tus emociones y desarrollar el autocontrol. Además, las agresiones dejan consecuencias psicológicas que deben ser tratadas por profesionales.
- Has vivido una situación de maltrato o violencia: existen muchos tipos de violencia, desde violencia doméstica hasta agresiones sexuales, pasando por el acoso laboral. La ayuda profesional será útil para reconstruir tu autoestima y dotarte de estrategias de autocuidado.
- Has vivido una situación traumática: desde un atentado hasta un accidente de tráfico, el acompañamiento de un psicólogo o psicóloga te ayudará a procesar el suceso y hacer frente a los posibles síntomas postraumáticos.
- Has sufrido una pérdida: puede ser que un familiar fallezca, que pierdas tu trabajo o que debas emigrar. Cuando existe una gran pérdida, es necesario un duelo. La ayuda psicológica será útil para transitar por el proceso de duelo de una forma más sana.
- Has recibido un diagnóstico impactante: el diagnóstico de una enfermedad grave, por ejemplo, implica muchos cambios y pérdidas, por lo que no deja de requerir un duelo, que será mejor transitar con herramientas y acompañamiento profesional. Por eso, existe, por ejemplo, la psicooncología.
- Tienes problemas de sueño: duermes poco o demasiado desde hace un tiempo y esto no es habitual en ti. Tanto el dormir demasiadas horas (hipersomnia) como la dificultad para dormir (insomnio) son síntomas que pueden indicar algún problema o trastorno psicológico. Siempre es mejor consultar con un profesional.
- Tu apetito ha cambiado drásticamente: otro de los indicadores de cómo estamos es nuestro apetito. Igual que en el caso anterior, tanto si sientes mucha más hambre de la habitual o mucho menos, pueden ser señales de problemas o desórdenes psicológicos y vale la pena realizar una valoración profesional.
- Te sientes muy cansado/cansada: este es otro de los síntomas característicos de los trastornos psicológicos. En este artículo vemos los motivos del cansancio y su relación con la psicopatología.
- No tienes ganas de hacer nada: la falta de interés, de motivación y de voluntad para realizar tareas son síntomas típicos de trastornos depresivos, pero también de demencias, entre otras afecciones. Por ello, la mejor opción es consultar con un profesional.
- Te cuesta concentrarte y tomar decisiones: si sientes dificultad a la hora de pensar, razonar o tomar decisiones, consulta a un o una profesional, pues puede ser síntoma de trastornos psicológicos.
- Tienes problemas de memoria: la falta de memoria o la percepción de la misma también es un síntoma de problemas y enfermedades psicológicas, que pueden ir desde un episodio de estrés hasta el inicio de la enfermedad de Alzheimer, por lo que vale la pena consultar con especialistas.
- Sientes mucha más energía de lo habitual: si sientes que piensas más rápido de lo normal (taquipsiquia), que tienes mucha energía, que no necesitas dormir y te sientes muy capaz de llevar a cabo proyectos complejos, puede ser que estés presentando algún episodio o trastorno psicológico.
- Hay cosas que te preocupan mucho: sientes que te preocupas mucho más que los demás y hay ciertos temas que te abruman tanto que interfieren en tu día a día. Pasas mucho tiempo pensando en el mismo tema y te sientes nervioso o nerviosa habitualmente.
- Hay alguna situación puntual que te desborda: tienes un pico de estrés debido a problemas familiares, cambios laborales, unas oposiciones, una ruptura de pareja, una mudanza… cualquier evento que te resulte difícil gestionar. Un profesional te enseñará técnicas de relajación, de manejo emocional, de reestructuración cognitiva, de gestión del estrés o lo que necesite tu caso en particular.
- No puedes desarrollar tu vida con normalidad: hay cuestiones que interfieren en tu vida diaria normal. Por ejemplo, tienes un miedo que no te permite tener una vida social saludable o tu estado anímico te impide desempeñar tus tareas laborales.
- No puedes disfrutar de la vida: otro motivo por el que deberías consultar a un profesional es el hecho de no poder disfrutar de la vida. La anhedonia o incapacidad para sentir placer y disfrutar de actividades que antes se disfrutaban (aficiones, sexualidad…) es otro síntoma psicopatológico por el que vale la pena indagar.
- Tu estado de ánimo cambia constantemente: sientes que no tienes punto medio, siempre explotas, no logras conseguir un equilibrio en tu vida… la inestabilidad emocional es muy molesta y un signo de alarma que puede indicar ciertos trastornos psicológicos, como el trastorno de personalidad límite. Consultar con un o una profesional es necesario para recibir una valoración de tu caso en concreto.
- Tienes problemas con tu pareja que no conseguís manejar: ya sean problemas de comunicación, problemas sexuales o cualquier situación que sintáis que no tenéis herramientas para manejar. Contar con ayuda psicológica será realmente útil para descubrir el origen de los problemas y lograr un entendimiento.
- No quieres estar con tu pareja pero no puedes dejarla. Si la relación con tu pareja no te aporta bienestar, si no te sientes querido/a y no quieres continuar con la relación, si hay malestar, pero no puedes dejarlo, puede que te encuentres en una situación dependencia emocional. La ayuda profesional es clave para acabar con los falsos mitos del amor romántico, para reforzar tu autoestima y salir de relaciones insanas, para poder construir relaciones sanas y beneficiosas.
- Hace mucho que no tienes pareja a pesar de buscarla: sientes malestar por el hecho de no tener pareja y llevas tiempo buscándola. Puede que este deseo nazca del miedo a la soledad, puede que tus patrones relacionales sean desadaptativos y tus relaciones no tengan éxito… Puede deberse a muchos factores que un profesional podrá identificar y ayudarte a tratar.
- Tienes problemas en el trabajo: no te sientes agusto con el trabajo que realizas, soportas una gran carga de trabajo, pero tampoco sabes poner límites, estás envuelto o envuelta en un mal clima laboral… Cualquier situación complicada que vivas en el trabajo requerirá estrategias para gestionarla y un profesional de la psicología puede ayudarte a adquirirlas.
- No tienes amistades y eso te preocupa: otra ocasión en la que es necesario acudir al psicólogo/a es cuando no se tiene área social. Somos seres sociales y necesitamos contar con una red de apoyo, compartir con otras personas, sentirnos acompañados/as y parte de un grupo. Por ello, es posible que te produzca malestar no tener amistades. Puede que algunos rasgos de tu personalidad dificulten construir relaciones profundas o que te falte entrenar tus habilidades sociales, entre muchos otros motivos. Sea cual fuere, la ayuda psicológica será clave para superar esta situación.
- Pierdes los nervios con tus hijos/as a menudo: igual que en el rol de pareja, en el rol de padre o madre, se pueden observar nuestras vulnerabilidades. Criar es una tarea compleja que requiere equilibrio psicológico y muchas competencias. En este artículo explicamos los motivos del enfado continuado con los hijos e hijas.
- Te comparas con los demás constantemente: la comparación es una señal de que tu autoestima es negativa y/o inestable. Ir al psicólogo/a te ayudará a conocerte, aceptarte y respetarte, construyendo así una autoestima sana. La autoestima es el eje central que sustenta nuestro bienestar psicológico y es muy importante trabajar en ella.
- Tienes alguna adicción: consumo de sustancias, juego patológico, compras compulsivas, adicción al trabajo… Existen adicciones de muchos tipos, trastornos psicológicos con graves consecuencias que necesitan tratamiento psicológico.
- Tu entorno te lo recomienda. Hay muchos síntomas psicopatológicos que pasan desapercibidos para la persona que los presenta o que esta no es capaz de observar su importancia. Si varias personas cercanas te sugieren acudir a un profesional, es motivo para hacerlo. Por lo menos, consulta para tener una valoración profesional de la situación.
- No sabes cómo orientar tu vida. ¿Cuándo ir al psicólogo/a? Cuando no sabes qué es lo que te gusta, nada te apasiona, no sabes qué estudiar, qué tipo de trabajo buscar, te sientes perdido/a, agobiada/o, no sabes qué quieres hacer con tu vida… Puede que estés pasando una crisis existencial y que un psicólogo o psicóloga pueda ayudarte a conocerte, reencontrarte y aclarar tus ideas.
- Tienes hábitos poco saludables: tabaco, alcohol, comida basura, vida sedentaria…, ¿te sientes identificado/a? La autoestima no es decir lo bien que te ves en el espejo, la autoestima es cuidarte física y emocionalmente, respetar tu cuerpo y actuar acorde con lo que es mejor para ti y para tu salud. El consumo de sustancias, la mala alimentación, el descuido personal, el ver la televisión de forma improductiva, etc., son hábitos que denotan problemas de autoestima y que además sirven para camuflar carencias o evitar problemas psicológicos que no se han sabido gestionar. Una de las tareas de los psicólogos y psicólogas es hacer promoción de la salud, ayudar a dejar hábitos insanos e implementar hábitos saludables, solucionando el malestar subyacente con estrategias adaptativas.
- Quieres conocerte y entenderte mejor. Ir al psicólogo te ayudará a saber cómo eres, a analizar tus pensamientos, a sentir tus emociones y comprender tus comportamientos. Descubrirás cargas emocionales que quizás ni sabías que tenías, pero que estaban condicionando tu forma de actuar. Podrás sanar, mejorar y vivir más conscientemente y más acorde con tus valores y con tus creencias. En definitiva, ir al psicólogo o psicóloga te ayudará a tener una vida mejor.
30. Quieres tratar pacientes: en caso de que quieras dedicarte a la psicología clínica o de la salud y que quieras trabajar como psicoterapeuta atendiendo a pacientes (o incluso como coach atendiendo a clientes) creo totalmente imprescindible pasar por un proceso de psicoterapia para conocerte en profundidad, ser consciente de tus propias cuestiones internas para poder manejarlas y que no interfieran en terapia, siendo así un buen o una buena profesional.
Fuente: hoy.com.do