Esta semana me limitaré a tratar de construir un contrapeso de la parte económica del discurso del presidente Luis Abinader, pronunciado en ocasión de la rendición de cuentas del pasado 27 de febrero en el Congreso de la República. Para facilitar la lectura, la parte que aparece en negrita corresponde a citas textuales del discurso y el resto al autor de esta opinión.
“En el 2022, nuestro producto interno bruto (PIB) alcanzó un notablemente crecimiento anual de 4.9%, superior al promedio de América Latina”.
El PIB creció un 12.3% en 2021 en parte con el rebote estadístico y en el 2022 en 4.9%, lo que significa que bajó en 0.6 puntos porcentuales (pp), al tiempo que no cumplió con la meta del 5.5% establecida en el panorama macroeconómico de las autoridades del Gobierno, probablemente propiciada por la postura restrictiva de la política monetaria que elevó constantemente su tasa de interés hasta situarla en un 8.5%.
El agravante de la reducción en la tasa de crecimiento del PIB, proviene de que la población trabajadora de bajos ingresos no se beneficia de su aumento, al recibir en el año 2022 ingresos por RD$9,345 al mes en promedio, cuando el costo de la canasta de los más pobres es de RD$25,908.
“Hemos cerrado el año 2022 con el nivel de reservas internacionales de divisas más alto de la historia con US$14,436 millones y nuestra moneda exhibió una apreciación del 2%, contrario a la depreciación observada en las monedas de la mayoría de los países. La tasa de cambio está en RD$56 por dólar frente a los RD$59 de julio de 2020”.
Para una economía con necesidades de divisas, la apreciación de la moneda nacional, en un ambiente de normalidad cambiaria, penaliza a las exportaciones, pudiendo ser dañino porque desincentiva al sector exportador, ante costos crecientes, movidos por la inflación y menos ingresos por la apreciación de la moneda. En parte, la apreciación monetaria perjudicó al balance del comercio exterior, que fue el más alto de la historia dominicana, al superar el déficit los US$12,000 millones en el año 2022.
“Al cierre de 2022, la deuda consolidada respecto al Producto Interno Bruto fue del 59.1%. Cuando asumimos el gobierno en agosto de 2020 este indicador era del 61%”.
La presión de la deuda consolidada en 2019 era de 50.5%, si la comparación se hace con el referido año, la presión de la deuda al 2022 es 8.6 pp mayor. Pero si hablamos del saldo de la deuda consolidada en septiembre de 2020 era de US$51,945.1 millones, en cambio, a septiembre de 2022 fue de US$68,006 millones, para un crecimiento de US$16,061 millones. No hay dato más actual.
Examinar la deuda como indicador del PIB puede resultar engañoso, porque toma un PIB nominal con inflación y lo divide entre un tipo de cambio más bajo, teniendo un PIB en dólares creciendo, sin que esto signifique que la deuda haya bajado en términos reales, de ahí la conveniencia de realizar la evaluación por el método del saldo de la deuda.
Así, la del sector público no financiero aumentó en US$9,494 millones y la consolidada en US$16,938 millones a septiembre de 2022, indicativo de que la per cápita se ha incrementado en US$1,615 durante el presente gobierno.
“También en el plano económico, debo destacar el incremento en la recaudación del Estado, que al cierre de 2022 alcanzo el 15.3% del PIB, superando en un 13.7% lo recaudado en 2021”.
El Gobierno es el que ha tenido más ingresos fiscales en la historia y, sin embargo, es el que menos ha invertido. Los ingresos recibidos casi llegan a los RD$2.2 billones en 29 meses.
Pese a la alta inflación, el Gobierno, en su espíritu fiscalista de tener más ingresos tributarios, mantiene congelada la indexación de la inflación a los salarios, lo que significa que los trabajadores que hoy ganan sobre los RD$34,685 al mes tengan que pagar el impuesto sobre la renta, cuando debería ser a partir de los RD$44,916.
“El pasado 2022 el Gobierno ejecutó 271 obras de infraestructura con una inversión de mas de RD$90,390 millones”.
Al parecer el Presidente no se ha enterado que en la web de la Dirección General de Presupuesto, como ejecución del gasto en obras solo erogó al 23 de diciembre de 2022 RD$53,896 millones y en las de tipo de infraestructura apenas RD$29,221 millones, ambas cifras distan mucho del monto leído en su discurso.
La ejecución del gasto para obras en 2022 apenas alcanzó un 4.8% del gasto total, es decir, de cada RD$100.0 gastados, solo invirtió menos de RD$5.0.
Por el lado del gasto público, este es el gobierno que más ha gastado en la historia, superando los RD$2.7 billones y, sin embargo, solo invierte menos de 5 pesos de cada 100 en obras. Por eso solo construye paradores fotográficos, como el más reciente que fue en San Pedro de Macorís.
Lo mismo pasa con el gasto en salud, mientras los hospitales tienen carencias, el Gobierno solo gasta RD$265 millones al día, cuando debe y puede gastar RD$365 millones.
El Presidente se refirió a las cifras récord en materia de empleo, en las zonas francas y las mipymes, con un total de 298,235 nuevos empleos.
Sin embargo, en la web de la Superintendencia de Pensiones (Sipen) se leer que los empleos formales bajaron de agosto de 2022 a enero 2023, al pasar de 2,077,092 a 2,020,338, para una disminución de 56,754.
“Por primera vez llegaron a la República Dominicana más de 7 millones de turistas por vía aérea y 1.3 millones de cruceristas, es decir, 8.5 millones de visitantes, un 13% más que antes de la pandemia”.
El Presidente presenta como un logro la recuperación del turismo, pero en realidad no hay razones para atribuírselo, pues si se examina la ejecución presupuestaria de 2022, encontramos que el ministerio de turismo de un presupuesto de RD$7,411 millones, solo ejecutó RD$4,111 millones, equivalente a un 55.5% del total. La recuperación local del turismo ha sido obra de la expansión del turismo mundial, que alcanzó los 900 millones en 2022 y a la acción del sector privado.
En lo referente a los índex referidos por el presidente, el del pollo, plátano, arroz y las habichuelas, podemos decir que, utilizando el índice de precios del Banco Central, en la presente administración el pollo aumentó en 51%, el arroz en 33% y el plátano en 54.7%; en cambio, en los últimos 29 meses de Leonel la variación fue de 4.9% para el arroz, 4.6% el pollo y 26% para el plátano.
En los 29 meses que lleva la actual gestión presidencial, la inflación acumulada es de un 19.41%, colocando el costo de la canasta básica en RD$43,531, lo que significa que la comida está más cara, en un monto de RD$7,447 del mes de agosto de 2020 al de febrero de 2023.