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La noche de ayer también transcurrió con serenidad para el Papa Francisco, ingresado en el Policlínico Gemelli tras ser sometido a una laparotomía y a una intervención quirúrgica plástica de la pared abdominal con prótesis. Es el equipo médico que sigue al Pontífice el que informa, como cada día desde la operación del 7 de junio, de las novedades sobre su evolución posoperatoria.
En un comunicado difundido por la Sala de Prensa del Vaticano, se lee que el Papa «descansó bien durante la noche» y se sometió a «controles hematoquímicos» que resultaron «regulares». Francisco «continúa la fisioterapia respiratoria» y dedicó la mañana a «actividades de trabajo alternadas con la lectura de textos».
Antes de comer, Francisco se dirigió a la capilla del piso privado de la décima planta del Gemelli para recogerse en oración. Allí recibió la Eucaristía.
La de ayer también había sido una jornada «tranquila» para el Papa, marcada por «actividades de trabajo», «lectura de textos», «descanso» y «oración» en la capilla, según informó el personal médico que también habló, en el comunicado difundido por la noche, de un «curso clínico previsto».