Por José Arias
Anoche, luego de estar en la expo y compartir con amigos, escribí en mis redes algo super random…
A ti te tocaba cruzar solito El Conde de madrugada, acompañado de perros pardos -blancos- negros, ojerosos, de ojos de cristal rojo (La Pálida, Marginalia, José Arias).
El pasado viernes en la noche el editor y gestor cultural -desde ahora supongo no le gusta el título- Miguel D. Mena y el Centro Cultural de España inauguraron la exposición “Lecturas de la Calle El Conde”.
El párrafo anterior, o sea, el que acaba de escribir más arriba, sería como el lead tradicional que escribirían los reporteros tradicionales, obviamente, que laboran en los medios tradicionales.
Pero lo que yo quiero decir es lo siguiente. Anoche, luego de estar en la expo y compartir con amigos, escribí en mis redes algo super random:
Nosotros, los que pateamos el conde desde los finales de la adolescencia, navegamos felices y seguros en este Conde de Miguel D. Mena @edicionescielonaranja, una mota del tiempo de antiguo esplendor, un cofre que, guarda poetas, sorpresas de maniquíes, gafas negras tertulias entre la 19 de marzo y el Conde para contrarrestar los inicios torpes y brutales del balaguerato.
La emoción se salió de su esquina acostumbrada. Recordé casi los 40 años recorriendo El Conde desde la Cafetería Paco hasta lo que hoy es Segrafedo y el resto de los restaurantes. Era un paseo por vitrinas que te hacían ver el paso de los años que pisan y pesan en tu vida. Los personajes que mueren a tu lado: el fotógrafo Tony Garpeco, el otro inolvidable Tony De Moya, Wilson el exhibicionista, la señora que pedía dos pesos solo dos pesos, León Bosch Boina Negra Igualito a su Papá, un buscón que asesinaron frente a Paco cuyo nombre no recuerdo ahora, el cine Santomé y ahora es un reguero de comercios ratatás de chinos y venezolanos, Masaje masaje una morena bajita sudada y ansiosa te pide que si quieres un masaje masaje massage massage.
La foto de los grandes poetas, artistas y publicistas de los 60 inmortalizada por el fotógrafo Alberto Perdomo es la joya de la corona. Nada que ver con el arrabal de hoy. Su elegancia corporal y el sentido de pertenencia de cada uno de ellos, de pertenecer al grupo El Puño y de estar viviendo en carne su particular viento frio. La 19 de Marzo con Conde en el año 1967. Perdomo solo estuvo ahí para recoger la historia de un grupo de jóvenes talentosos, de una generación muy especial si la comparamos con el ras de suelo y la brutalidad mediática de hoy.
Uno de los detalles más luminosos de la expo es la especie de muro con paginas de poemas y relatos de escritores contemporáneos escritos a maquinilla. La lista es de prestancia y caché: Rubén Echavarría, Ramón Marrero Aristy, Aurora Arias, Pedro Péix y otros más.
…Hay un pez muerto en el Caribe y otro en el Mar Rojo, besándole la herida. El bueno de Chong, el lavandero, les quita los pecados a las ropas mas intimas y el anciano del Conde abre sus ojos solo para morirse en plena calle. Hay demasiado sol para tan poca gente.
A las doce, la flor no está en mis ojos. La vida, sí. Desnuda… (El asesinato de Camilo Breiker de Rubén Echavarría).
Se exhiben imágenes del Conde del fotógrafo, austriaco y judío, Kurt Schnitzer (Conrado). Emigró a Santo Domingo en 1938, Imágenes del Conde antes de la Segunda Guerra Mundial.
Pero ya, se acabaron los spoilers. Los invitó a todos acercarse al Centro Cultural de España en la Ciudad Colonial. Vale caminar arriba abajo el Conde con Miguelín y su propuesta. Una manera de olvidarnos de los celulares, la brutalidad mediática y el rosado chillón anti patriarcal de la Barbie.
Fuente: acento.com.do