Beatas Diana y Cecilia
Beatas Diana y Cecilia
vírgenes / memoria libre
Diana de Andaló nació en Bolonia hacia el 1200. Ayudó al beato Reginaldo de Orleans a fundar el convento en aquella ciudad, y en 1219 profesó en manos de santo Domingo, entrando más tarde en el monasterio de clausura de Santa Inés, fundando por ella y por el beato Jordán de Sajonia, donde vivió como madre y ejemplo vivo de las hermanas. Murió el 10 de junio de 1236. Su cuerpo se venera en el monasterio de Santa Inés; su cabeza en la basílica de Santo Domingo. Su culto fue confirmado en 1888.
Cecilia Cesarini nació en Roma a principio del s. XIII y en 1221 profesó en manos de santo Domingo en el monasterio de San Sixto. Entre el 1223-1224 fue enviada por el papa Honorio III con otras tres monjas a Bolonia para ayudar a la beata Diana en la organización del monasterio de Santa Inés, donde condujo una vida religiosa ejemplar y antes de su muerte describió la fisonomía física y espiritual y los milagros de santo Domingo. Murió el año 1290 probablemente el 4 de agosto. Su cuerpo se venera en la iglesia del monasterio de Santa Inés. Su culto fue confirmado en 1891.
Oración colecta
Te pedimos, Señor,
que nos llenes de alegría
en la gozosa festividad
de las vírgenes beatas Diana y Cecilia;
concédenos, por su intercesión,
vivir con el corazón y con las obras
en la caridad fraterna
y en la búsqueda de la verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Oración sobre las ofrendas
Celebrando, Señor, la memoria
de las vírgenes beatas Diana y Cecilia
te proclamamos admirable en tus santos
y te presentamos nuestras ofrendas,
para que, como te fueron gratos sus méritos,
aceptes también nuestra dedicación a tu servicio.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la comunión
Te pedimos, Señor,
que el sacramento que hemos recibido
en la festividad de las vírgenes beatas Diana y Cecilia,
nos anime y enseñe a esperar
convenientemente preparados la venida de tu Hijo
para ser admitidos a sus bodas celestiales.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Liturgia de las Horas. propio O.P.