Por Diana Rodríguez
El plan piloto voluntario evidenció un impacto positivo en la productividad y en la calidad de vida de los trabajadores
Los trabajadores en la República Dominicana pueden realizar las mismas tareas en una jornada laboral más corta sin afectar la productividad ni su desempeño.
Esta es la conclusión más relevante dentro de los resultados del plan piloto de la semana laboral reducida, en el que participaron 492 trabajadores de seis empresas públicas e instituciones gubernamentales.
En términos generales, los hallazgos analizados y presentados ayer por el equipo de investigación de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) demostraron que reducir en un promedio de un 15% las horas de trabajo semanal tuvo un impacto positivo en la productividad, el desempeño laboral y la calidad de vida de los trabajadores que participaron en este experimento.
Sin embargo, los resultados también concluyen en que no existe una fórmula única para la implementación de la semana laboral reducida y se reconoce que esta modalidad no es aplicable a todas las instituciones o negocios, debido a que su adopción, voluntaria, debe considerar la naturaleza de la organización, su entorno, capacidad productiva, estructura de la cadena de valor, el perfil de sus empleados, los bienes y servicios que produce, y el mercado que atiende, entre otros factores.
“Los resultados de este programa piloto demuestran que es posible alcanzar altos niveles de productividad mientras se mejora la calidad de vida de los trabajadores. Esta iniciativa refuerza nuestro compromiso con la creación de condiciones laborales más humanas, eficientes y sostenibles”, expresó Luis Miguel De Camps, ministro de Trabajo, durante la presentación del estudio.
El funcionario destacó que ahora queda por explorar los próximos pasos, esto incluye conversaciones con quienes puedan estar interesados en participar de programas similares voluntarios más amplios en el tiempo y en la profundización.
A la vez, De Camps reconoció el valor de los participantes de atreverse a romper esquemas establecidos por el tiempo y enfatizó en que en que el concepto del Ministerio de Trabajo respecto al plan de jornada laboral reducida es que la iniciativa continúe siendo voluntaria.
“Esperamos que con estas informaciones, los miembros del sistema productivo puedan evaluarlo además de conocerlo y tomar sus particulares decisiones de común acuerdo entre trabajadores y empleados”, exhortó.
Otro punto relevante en el estudio es que más de la mitad de los supervisores observan mejores resultados en los trabajadores que participaron en la semana laboral reducida en comparación con aquellos que trabajaban en una jornada regular, en términos de productividad, satisfacción laboral y desempeño.
En cuanto al bienestar y salud de los trabajadores, la evaluación técnica realizada por PUCMM destacó que el 95.3% de los trabajadores reportó un incremento en su calidad de vida, y el 93.8% mencionó que el tiempo adicional les sirvió para otras actividades.
Según la autopercepción de los empleados participantes, hubo una disminución del estrés en un 76% y una mejora en el balance entre la vida laboral y personal en un 88.6%.
En términos porcentuales, el estudio también subrayó que cerca del 70% de los supervisores percibieron a los participantes del piloto menos estresados, más productivos y más comprometidos con su trabajo.
Un 70.5% de los trabajadores utilizó el tiempo adicional para pasar más tiempo de calidad con sus seres queridos, y el 42.4% se involucró en actividades recreativas que contribuyeron a su bienestar físico y mental.
Los hallazgos fueron expuestos por la profesora Julissa Pichardo, decana de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de PUCMM e investigadora principal, y por la doctora Pura Martínez, investigadora asociada.
De su lado, el rector de la PUCMM, Secilio Espinal, resaltó que estos resultados representan una herramienta valiosa para los tomadores de decisiones y reconoció que su aplicación puede llevar a un aumento en la productividad y la salud de los empleados.
El plan no afectó metas estratégicas de empresas
Las entidades participantes en este plan piloto fueron la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte), la Empresa Generadora de Electricidad Haina (EgeHaina), Ergotec, IMCA, el Sistema Único de Beneficiarios (SIUBEN) y el Seguro Nacional de Salud (SeNaSa). La implementación de la semana laboral reducida contempló una reducción entre 4 y 8 horas por semana, según la modalidad adoptada en cada organización. Cinco de las seis empresas laboraban 40 horas a la semana en su jornada estándar y experimentaron reducciones de horario de un 10% a un 20%, para un promedio general de reducción de un 15%.
El plan piloto, que tuvo una duración de seis meses, también evidenció que la reducción de horas no afectó las metas estratégicas y operativas de empresas.
Rendimiento
El 53% de los supervisores observa mayor rendimiento, satisfacción y motivación de los empleados participantes en comparación con los que tienen una jornada estándar.
Absentismo
La implementación del plan tuvo un efecto positivo en el absentismo. Un 94% indicó que está totalmente de acuerdo o de acuerdo en que se solicitan menos permisos.
Personal
El 96% de los supervisores consultados no requirió más trabajadores para cumplir con las funciones habituales.
Cumplimiento
Los objetivos empresariales se cumplieron siempre en un 91% y casi siempre en un 9%.
Fuente: elcaribe.com.do