La visionaria más Prolifica del Sagrado Corazón de Jesús buscó la guía de la Iglesia en su director espiritual San Claudio de La Colombière, S.J., en lo fundamental de la vida mística: anonimato, sencillez, ocultamiento de las revelaciones particulares y fidelidad al Magisterio del Papa y la Iglesia. Su director espiritual Jesuita, iba ordenando la lectura de las visiones en lo doctrinal y práctico católico, de manera que el Costado Abierto de Cristo fuese recibido con devoción, amor y obediencia a la Iglesia en la persona del Papa y sus pastores, con cohesión en la vida matrimonial y familiar, y de compromiso social con los valores del Reino de Dios.
¿Ha dado el paso el Apostolado de la Oración a una vida de castidad, pobreza, obediencia y respeto a los pastores de la Iglesia y se ha dedicado de lleno a los más pobres?.
Un día… ¡TU REINARÁS!.