El coro de los Apóstoles, Mártires, Pastores, Santos y Santas, Vírgenes y Religiosos, presididos por la Virgen María y San José Castísimo nos llenan de esperanza, nos acompañan a la hora de celebrar cada Eucaristía y desafían nuestro cada día con su vida y enseñanza para que la nuestra tenga sentido divino.

Por encima de todo, los santos nos enseñan que la entrada al Cielo se abre con las obras de misericordia hechas a la manera de Cristo y su Iglesia.

Con todos los Santos nunca estaremos solos.