Llamado al Conape. Los líderes comunitarios solicitan al Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape) tome en cuenta las secciones y parajes que tiene la comunidad.
Melanie Cuevas
Los envejecientes del Distrito Municipal La Caleta, en Santo Domingo Este, carecen de alguna casa o centro de acogida en el que esta población sea provista de atenciones y cuidados médicos, así como de alimentos y un espacio para su recreación o esparcimiento.
Dirigentes y comunitarios de La Caleta manifestaron que el municipio que alberga a más de 90,000 habitantes no cuenta con ningún espacio provisto por el Estado para la población más adulta, ni se realiza algún tipo de operativo orientado los mayores.
“No es por falta de solicitud, ya nosotros lo hemos pedido antes”, indicó Santos Carvajal, coordinador del Consejo de Desarrollo Comunitario de La Caleta (Codecoc), respecto a la solicitud de un centro de acogida u hogar.
Estas quejas fueron realizadas por los moradores durante “Listín en el Barrio”, encabezado por el director de este diario, Miguel Franjul, y el editor en jefe, Juan Eduardo Thomas, en coordinación con la Coordinadora de Organizaciones Barriales Don Bosco (Codonbosco) en el que participaron representantes de las 42 juntas de vecinos activas y asociaciones de La Caleta.
Maritza Pérez, presidenta de la junta de vecinos de Campo Lindo II, añadió que dada la densidad poblacional y extensión, sería ideal que el Consejo Nacional de la Persona Envejeciente (Conape) tome en cuenta las secciones y parajes que tiene la comunidad para que se establezcan centros en cada uno de ellos y todos los envejecientes se puedan beneficiar.
Suplementos de Senasa
Otra de las carencias a la que se enfrenta este grupo en la comunidad es que desde hace dos meses no reciben suplementos como parte del programa “Senasa Cuida de Ti”, del Seguro Nacional de Salud, dirigido a los adultos de 65 años en adelante y con el que se busca reducir los niveles de malnutrición y mejorar su calidad de vida.
“Hay un grupo de envejecientes viudos, solteros que carecen de recursos, mal alimentados, que están dentro de ese programa y recibían esa ayuda que no la están recibiendo… Estaban gorditos, bonitos, ahora ha mermado la salud”, deploró Pérez.
Otilia Segura, quien presta servicios de salud en la UNAP de Campo Lindo II de La Caleta, expresó que en la proteína que se entrega por grupo y no siempre continuo, tiene dos meses que no llega a ese y otros centros.
“Un programa muy eficiente para los envejecientes porque les daban proteína, les daban vitaminas, les daban un seguimiento como nutrición a la salud de un sector de envejecientes que carece de recursos para tener acceso. No es lo mismo que el gobierno se lo supla a que vayan a comprarlos”, manifestó Segura.
Este programa también promete ser un garante de medicamentos a los adultos, no obstante, hace dos meses que las tres Unidades de Atención Primaria (UNAP) no reciben la insulina, ni los demás medicamentos previstos para los mayores que padecen diabetes y otras enfermedades crónicas para una población asciende a 4,000 personas.
“Tenemos una población de crónicos envejecientes de cuatro mil y pico, que utilizan medicamentos de uso continuo, tenemos dos boticas y esas boticas solamente están los tramos vacíos y ahora mismo tenemos dos meses que no les podemos dar los medicamentos a los diabéticos, la insulina no está llegando y su tableta tampoco está llegando”, expresó Segura.
El ITLA acoge a pocos
Con el Instituto Tecnológico de las Américas (ITLA) en su cercanía, los jóvenes de La Caleta declararon que la población de esa comunidad que ingresa al centro de estudios superiores es una minoría.
“Hay complicaciones para entrar al ITLA, aunque tenemos ese centro ahí la población que entra de La Caleta al ITLA es muy mínima”, manifestó Pablo Fígaro, coordinador de juventud del Consejo de Desarrollo Comunitario de la Caleta (Codecoc).
El dirigente juvenil manifestó que cuentan con 500 jóvenes que se desplazan a universidades como la Autónoma de Santo Domingo (UASD); la Tecnológica de Santiago (UTESA) y Organización y Métodos (O&M) valiéndose de un transporte para el que los estudiantes aportan una colaboración mínima.
Fígaro declaró que muchos jóvenes de La Caleta son “Nini”, ni trabajan ni estudian, lo que atribuye a la falta de centros de capacitación en oficios como ebanistería y pintura, a los que estos una vez terminen sus estudios secundarios puedan continuar con su preparación académica.
“Muchos de nuestros jóvenes no tenemos área donde adquirir conocimiento para ejercer algún tipo de labor… necesitamos esa área donde los jóvenes que salgan donde el liceo tengan donde citarse, donde decir ‘me voy a dedicar a pintar, a hacer electricista entre otras cosas’”, sostuvo el joven.
Atribuyó a que la falta de centros de capacitación en algún estudio superior u oficio técnico, muchos jóvenes son motoristas y otros realizan actividades ilícitas en las calles.
“Muchos de esos ninis son los que están en la calle fumando hookah y delinquiendo y haciendo actividades que no son licitas”, acotó Fígaro.
Necesitan clubes
Ante esta realidad que los preocupa, urgen de la construcción de clubes deportivos para que los jóvenes inviertan su tiempo en actividades deportivas, ya que según relataron solo cuentan con tres canchas públicas y las demás están en las escuelas, donde no se practican deportes más que los ejercicios de Educación Física.
“Estamos falta de clubes deportivos, porque no a todos les gusta el básquetbol, puede haber otros muchachos que les guste el boxeo, el beisbol, tenemos play pero necesitamos más”, dijo.
Fuente: listindiario.com.do