Este es el momento cumbre de la Semana Santa del Adviento.
El Arcángel Gabriel se dirige en el Aposento Alto y Secreto del Corazón de la Virgen, que tiene el Sol en sus manos y la luna a sus pies, a Cristo y su Iglesia.
La Doncella de la cara más bella tiene la Fe del pueblo humilde y sencillo de Dios.
Ella es la Reina más pura y con su FIAT (Hágase) nos ha dado la cura para nuestros males… al Emmanuel, Jesús Eucaristía, que siempre estuvo, está y estará con nosotros hasta el final de la historia de este mundo.
Son muchos los niños huérfanos, pedigueños en las calles, presa de todos los depravados y traficantes de personas y sustancias.
Navidad es hacer todo lo posible por institucionalizar la educación, la protección y la promoción humana integral de esos niños abandonados y marcados por el estigma de la delincuencia y las pandillas que trafican con miles de vicios. Una limosna no basta. Eso es perpetuar está condición de desigualdad y miseria humana, mientras salvaguardamos con ello nuestro status.
Muchos niños tiene de todo lo material, menos el calor y cuidado personal de sus Padres. Pidamos a San Gabriel Arcángel que les haga compañía, esa que sus ocupados padres no les dan.
¡Madre Dios, trae para todos los niños la esperanza que nace del Primer Sagrario, de tu Vientre Virginal!