Ha dicho Jesucristo PIDAN el Pan de cada día, las fuerzas, los medios y la gracia de la Comunión Sacramental para trabajar por el alimento y el bienestar bien habido.

BUSQUEN, no cansarse ni desanimarse. No tirar la toalla, ni quedarse tirados en el suelo derrotados. Hay que alimentar la esperanza de que todo cambiará para bien. La maldad sucumbirá por si misma. No puede sostenerse. Se autodestruye. Es todo un aprendizaje buscar y cultivar la verdad. Tarea pendiente de sacerdotes, consagradas, matrimonios y familias, jefes y subalternos.

LLAMEN a la puerta de la misericordia dadivosa. ¡Qué no pase un día de nuestra vida sin que haga una obra de caridad con una persona de bien y que está en mayor precariedad que nosotros! Nuestra recompensa será grande.