Día de la semana in Albis en que cada año retomamos el camino de los Discípulos de Emaús, proclamado también en la noche en la Misa del Domingo de Resurrección.
Es verdadera confusión el afirmar que no podemos ver a Jesús. Es un desacierto y crea desconcierto a una comunidad afirmar que la presencia del Señor es sensibilidad y percepción emocional.
El corazón arde cuando es proclamada la Palabra y se nos abre los ojos, reconocemos al Señor Resucitado, un Encuentro vivo con Jesús al partir el Pan, ambas acciones en la Santa Misa.
La presencia del Señor está en:
+la Palabra,
+la Eucaristía y los Sacramentos de la Iglesia,
+el Sacerdote Ordenado,
+la Asamblea Eucarística,
+el pobre,
+el enfermo y
+ todo aquel que sufre.
Con ojos abiertos y centrados en el milagro que ocurre en el Altar, sentidos despiertos en las acciones, gestos y símbolos litúrgicos y en los desamparados que están en nuestras calles y barriadas:
¡AHÍ ESTÁ JESÚS, SACRAMENTO VIVIENTE!
Reina del cielo, alégrate, aleluya.
T: Porque el Señor, a quien has llevado en tu vientre, aleluya.
G: Ha resucitado según su palabra, aleluya.
T: Ruega al Señor por nosotros, aleluya.
G: Goza y alégrate Virgen María, aleluya.
T: Porque en verdad ha resucitado el Señor, aleluya.
Oremos:
Oh Dios, que por la resurrección de Tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen. (tres veces)