El militar y político caraqueño ha pasado a convertirse en uno de los personajes más venerados por los gobiernos populistas
El político y militar criollo Simón Bolívar ha pasado a la Historia de América Latina como uno de los príncipales iconos de la emancipación colonial que tuvo lugar a principios del siglo XIX. De este modo, ocupa un puesto privilegiado en los altares de la independencia junto a otros militares «libertadores» como San Martín.
Bolívar nació el 24 de julio de 1783 en el seno de una familia criolla acomodada de ascendencia española; la cual estaba afincada en la ciudad de Caracas.
Desde muy joven se sintió atraído por el mundo militar; probablemente debido a la influencia de su padre: El coronel Juan Vicente Bolívar y Ponte.
En el 1797 ingresó en el Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua, donde su padre ejercía sus funciones de oficial. El joven Simón mostró desde el principio grandes dotes para la vida militar. Fue así como logró ascender en el escalafón vertiginosamente.
Corría el año 1799 cuando realizó un viaje a España con el objetivo de profundizar en sus estudios. Desde la Península partió a conocer otros territorios europeos, como París y Roma. Este periplo podría haber tenido como resultado el que Bolívar comenzase a creer en la «liberación» deLatinoamérica del control de la metrópoli española.
Fue a razón del conflicto surgido a raíz de la ocupación de la Península Ibérica por Napoleón (1808-1814), que los independentistas criollos (entre los que se encontraba Bolívar) obtuvieron la oportunidad que estaban esperando para comenzar a romper definitivamente los lazos con la «Madre Patria».
Bolívar tomó la decisión de unirse a la rebelión independentista venezolana encabezada por Francisco de Miranda. Dicho movimiento acabó fracasando y obligó al «libertador» a escapar para así poder continuar luchando. Sin embargo, el general caraqueño acabó logrando la victoria revolucionaria en la batalla de Carabobo (1814), la cual supuso la liberación de Caracas.
El deseo de Bolívar era conformar con los distintos espacios sudamericanos una confederación de estados a la imagen de Estados Unidos. Fue debido a esto que se decidió a luchar contra la corona en otros escenarios. En 1819, tras la batalla de Boyacá, logró la independencia de Nueva Granada y el nacimiento de la «Gran Colombia», de la cual se convirtió en dirigente.
La rebelión encabezada por Riego en Cabezas de San Juan (1 de enero de 1820) contra el absolutismo de Fernando VII supuso que las tropas que estaban destinadas a recuperar el control en ultramar nunca llegaran a su destino dificultando la recuperación de los territorios perdidos.
Para arrebatarle Perú a España trató de forjar una alianza con el también «libertador» San Martín. Sin embargo la fuerte personalidad de ambos chocó, dando al traste con los posibles beneficios de la mutua colaboración.
Con la victoria del general Sucre en la batalla de Ayacucho (1824)terminó la resistencia realista en Perú a excepción de algunos focos dispersos.
En los años posteriores el «libertador» Bolívar estuvo lejos de ser bien visto por todos. Tenía tendencia a acaparar el poder y a ejercerlo de una forma dictatorial a la par que despótica.