Las líneas aéreas Avianca y Delta decidicieron dejar de prestar servicio en Venezuela alegando que sus operaciones corren riesgo debido a fallas de infraestructura y de seguridad. Con estas, suman 15 las aerolíneas internacionales que han dejado de operar en el país en los últimos cuatro años.
Luego de más de 60 años de servicios continuos en el país, Avianca adelantó este jueves la suspensión de todas sus operaciones en Venezuela, prevista para el 16 de agosto. En un comunicado publicado este 26 de julio, la compañía había informado que congelaría las ventas de boletos para viajes posteriores a esta fecha en las rutas Bogotá-Caracas-Bogotá —donde cubría el 58% de los vuelos disponibles— y Lima-Caracas-Lima —donde cubría el 77%—. Pero en el transcurso de las horas siguientes, todo se precipitó.
«Debido a limitaciones operativas y de seguridad registradas en las últimas horas, Avianca se ve en la obligación de suspender a partir de hoy sus operaciones a Venezuela, y no desde el 16 de agosto, como estaba previsto», expresó la aerolínea en un segundo comunicado.
Mientras, Delta Airlines anunció el 25 de julio que también se retira del país. La aerolínea norteamericana igualmente alegó razones de seguridad para abandonar a Venezuela. Delta contaba con un solo vuelo desde y hacia el país y el último se hará el próximo 16 de septiembre.
Esto restrinje en gran medida las posibilidades de viajar de los venezolanos. En los últimos años, muchos optaron por viajar con Avianca hacia Colombia para tomar allí otro avión que los trasladara hacia otros destinos, dados los problemas para adquirir boletos en Venezuela por sus altos costos y por la drástica reducción de los vuelos disponibles, tras el retiro del país de otras aerolíneas.
Avianca notificó su decisión a los directivos del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil de Venezuela y Aerocivil de Colombia y, explicó que la “medida se sustenta en la necesidad de adecuar varios procesos a los estándares internacionales, mejorar la infraestructura aeroportuaria en Venezuela y garantizar la consistencia en las operaciones”.
El presidente ejecutivo de Avianca, Hernán Rincón, dijo que la compañía tiene toda la disposición y voluntad para retomar los vuelos, una vez que en la nación petrolera se cuente con las condiciones requeridas para hacerlo.
En el año 2013 había en el país unas 23 líneas aéreas internacionales, ahora quedaran 8. Otras líneas aéreas que han dejado sus rutas son United, Air Canadá, Lufthansa, Alitalia, Latam, Tiara Air, Lufthansa, GOL y Aeroméxico.
El gobierno de Nicolás Maduro mantiene con las aerolíneas una deuda de más de 3.800 millones de dólares, según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés). Las empresas alegan que no se les ha reembolsado las ventas de boletos en moneda local por el estricto control de cambio que ya lleva 14 años, que ha generado una importante devaluación de la moneda, restricciones en la asignación de las divisas y corrupción.
De acuerdo a fuentes del sector, funcionarios venezolanos trataron de convencer a los dueños de la aerolínea colombiana de desistir sobre la medida. Pero Avianca tenía un año postergando su retiro del país; entre otras razones, porque los aeropuertos venezolanos necesitan una serie de trabajos para mejorar la seguridad, que las autoridades no los han llevado a cabo.
Las fuentes no descartan que otras líneas aéreas también se vayan de la nación petrolera, ante la posibilidad de sanciones económicas del presidente norteamericano Donald Trump, si el 30 de julio se realiza la elección de la Asamblea Nacional Constituyente propuesta por Maduro.
En opinión del diputado de la Comision de Finanzas de la Asamblea Nacional, José Guerra, la decisión de la empresa aeronáutica Avianca “constituye un duro golpe” para la colectividad. “Tras 60 años de operaciones decide cancelar sus vuelos debido principalmente a razones financieras por la deuda del gobierno, por la inseguridad y la inestabilidad política. Esto se suma a que el tráfico de pasajeros ha caído de manera abrupta por la situación de precariedad de Venezuela”, dijo Guerra.
El éxodo de las multinacionales en 4 años
Analistas sostienen que Venezuela era considerada un gran mercado, por lo que a muchas compañías extranjeras les cuesta cerrar operaciones y prefieren esperar a que pase la marea. Sin embargo, las precarias condiciones económicas del país, las expropiaciones, el control de cambio y la dificultad cada vez mas de seguir con las operaciones por el poco acceso a las divisas y a la compra de materia prima, han llevado a las casas matrices a buscar una salida.
Aunque varias comenzaron a marcharse desde 2010 como la famosa tienda de ropa Luis Vuitton, en 2013 se dio la estampida de importantes empresas. Es el caso de la cervecera brasileña Brahma y la procesadora de maíz mexicana Gruma que en 1999 se asoció con una de las principales empresas de alimentos venezolana, Monaca.
Durante 2014 varias multinacionales decidieron contra todo pronóstico mudarse a otras naciones, tal es el caso de Wonder de Venezuela (empresa textil), Clorox y Pine-Sol (empresas de productos de limpieza) y la compañía metalmecánica EFCO. En ese entonces salieron las aerolíneas Air Canada y Alitalia.
Otras en cambio, optaron por ejecutar medidas menos dramática: quitar de sus balances financieros sus operaciones venezolanas para evitar que las pérdidas bajaran las utilidades de la compañía.
La imposibilidad de repatriar sus dividendos de Venezuela debido al control de cambio y a que el gobierno acumuló una importante deuda en divisas con el sector privado, llevó a que cada vez más compañías foráneas asumieran como pérdida sus operaciones.
Las empresas Mondelez, fabricante de las conocidas galletas Oreo y, Kimberly Clark de productos de higiene, decidieron desconsolidar de sus balances montos importantes en dólares, debido a lo que consideraban “pocas posibilidades para obtener divisas”.
De acuerdo con la información de representantes del sector privado, entre 12.000 millones a 13.000 millones de dólares llegó a ser la deuda comercial del gobierno con las multinacionales. Y una muy buena parte de ella no ha sido cancelada.
El gremio que agrupa a los industriales del país, Conindustria, afirma que durante los últimos 18 años el gobierno chavista ha destruido empresas de todos los sectores económicos y ha causado un deterioro profundo de la infraestructura, especialmente en electricidad, telecomunicaciones, vialidad, puertos y aeropuertos.
“Hoy Venezuela es un país en ruinas materiales, de infraestructura, de convivencia y de instituciones”, indicó Conindustria en un comunicado dado a conocer este 26 de julio.
Fuente: Univisión