Por: Alfonso Quiñones
El músico, compositor, director de orquesta y de coro, así como pedagogo Santiago Fals Castillo, falleció en la mañana de este sábado según fuentes allegadas a la familia.
El velatorio de sus restos se realizó este sábado y se realizará parte de la mañana de este domingo en la capilla La Paz de la funeraria Blandino de la Avenida Lincoln. Una misa de cuerpo presente se realizará a las 8:00 de la mañana. El sepelio del destacado músico se realizará a las 11:00 de la mañana de este domingo, en el cementerio Cristo Redentor.
El profesor Fals, quien era cubano y se había establecido en República Dominicana hace algunas décadas, había sufrido un infarto el pasado 23 de abril, día en el que se estrenó una composición suya durante la inauguración de la exposición y performance La Última Cena, en una de las salas del Museo de Historia y Geografía.
Esa noche, en la inauguración, su hija, la historiadora del arte María Fals habló acerca de su padre, un hombre de profundas creencias religiosas y dueño de una sensibilidad extraordinaria.
Datos de Santiago Fals
Santiago Antonio Fals Castillo había nacido en Santiago de Cuba el 14 de junio de 1943. de abuelo catalán y penúltimo hijo de su padre, comenzó a estudiar música siendo apenas un niño. La trompeta fue su instrumento de estudio.
Hizo prácticas de dirección coral con el maestro Electo Silva y en 1964 se dedicó a la docencia en el Conservatorio Esteban Salas. Posteriormente, en 1966, se convirtió en director de la Orquesta Sinfónica de Oriente hasta el año 1977, cuando pasó a estar al frente del Coro Madrigalista. Estudió en la Escuela Nacional de Artes en La Habana y se graduó de Licenciado en Historia en la Universidad de Oriente en 1984.
En 1986 fue a la Antigua Unión Soviética e hizo estudios de Postgrado en Dirección Coral con la Profesora Elizabeta Kudriatseva. En los 80 comenzó a componer música sinfónica, sin abandonar la interpretación.Escribió cantatas y oratorios, música para teatro, ganando el premio Máscara de Caoba por la musicalización de la obra “Asamblea de Mujeres”.
Según su hija, «en las composiciones de entonces mezclaba poesía santiaguera, los ritmos folclóricos de la Tumba Francesa y la Carabalí, con lo mejor de la tradición clásica y de la música contemporánea europea. Emocionaba el regodeo de sus tambores afrocubanos con las cuerdas impolutas de los violines clásicos. El sonido de la corneta china de la conga santiaguera se amalgamaba en sus cantatas con la sangre de los héroes a los que dedicaba su música».
«Injertaba lo nacional, parafraseando a Martí, dentro de sus creaciones. Flexibilizaba el ritmo de un vals con las síncopas del Caribe, mezclaba el dodecafonismo con lo autóctono, con el sonido de la comparsa del Barrio de Sueño donde creció, versándolo, danzándolo, en medio de la fuerza de un tema de revolución y libertad, convirtiendo los sonidos y las letras en mensajes de amor y de poesía».
El profesor tuvo la oportunidad de visitar Hungría y Colombia antes de 1994, cuando vino a residir con su familia, a República Dominicana, país que lo acogió como un hijo, ostentando la ciudadanía dominicana desde hace varios años.
Aquí se convirtió en Maestro como lo había ya sido en su Santiago de Cuba natal. Su talento y conocimientos fueron aportados al Conservatorio Nacional de Música, donde dirigió la Orquesta Sinfónica Juvenil, y siguió dando aportes en las cátedras de Composición, de Dirección Coral, entre otras, hasta hace poco.
«En la UASD fue profesor desde el año 1994 hasta el 2018, año en que se jubiló, llegando a la Categoría Adjunto en las Escuelas de Cine y de Música. Sus alumnos uasdianos, sus hijos espirituales, hoy son directores de Coro, compositores, maestros de Educación Artística en diferentes partes del país y en otras naciones del mundo», escribió orgullosa su hija.
Su inquietud de conocimientos lo llevaron a graduarse de Doctor con más de 70 años en la Universidad del País Vasco con una tesis en la que estudió las raíces indígenas, africanas y españolas presentes en la música cubana, haciendo un profundo análisis intercultural y filosófico. También realizó investigaciones y conferencias en torno a temas apasionantes como cultura e identidad en el Caribe, el bolero y sus posibles orígenes y las canciones de trabajo en la República Dominicana.
Con Santiago Fals se pierde a un hombre hecho con las más hermosas fibras de la decencia y la caballerosidad, un hombre culto y entregado a la música y a la cultura en general.
Fuente: El Caribe