Al conmemorare hoy el natalicio de Juan Pablo Duarte, el presidente del Tribunal Constitucional, Milton Ray Guevara, consideró que el mejor legado que puede tributarse al padre de la patria dominicana es hacer de la Constitución parte de “nuestras vidas” y que en el territorio nacional jamás podría existir dos banderas.
Guevara hizo pronunció loas a Duarte, al ofrecer su discurso por el 10 aniversario del Tribunal Constitucional, en víspera del natalicio del padre fundador de la dominicanidad.
El presidente del TC se refirió a una cita de una canción que dice: “Que los sepan los de adentro…que lo sepan los de afuera…que en este país…no caben dos banderas”, indicó.
NATALICIO. Juan Pablo Duarte nació el 26 de enero de 1813 en Santo Domingo. Fue profesor, militar, político, activista liberal y artífice de la independencia contra Haití.
Es junto a Francisco del Rosario Sánchez y Matías Ramón Mella la trilogía de los padres de la patria y fundadores de la República Dominicana.
Ideó y presidió la lucha de varias organizaciones civiles-político-militares clandestinas como La Dramática, La Filantrópica y la Trinitaria, creadas para luchar contra la invasión haitiana y por la independencia de RD.
Duarte, aun siendo exiliado supervisó y financió en gran medida la guerra de independencia llevada a cabo por sus compañeros de lucha, lo que derivó en su ruina económica y la de su familia, poseedora de amplias riquezas provenientes de los negocios de comercio marítimo que realizaba su padre.
Su visión liberal se vio socavada por los afrancesados, que pretendían hacer que la recién fundada nación se volviera un protectorado francés, mientras que los conservadores, pretendían reincorporar el territorio a España.
Sin embargo, sus ideales democráticos han servido como principios rectores para la mayoría de los gobiernos dominicanos. Su iniciativa lo convirtió en un mártir político a los ojos de las generaciones posteriores.
Tras la derrota del presidente haitiano Charles Herard y la proclamación de la independencia dominicana en 1844, la Junta formada para designar al primer gobernante de la nación eligió por mayoría a Duarte para presidirla pero él declinó la propuesta, tomando el cargo en su lugar Tomás Bobadilla.
Duarte sostuvo fuertes desacuerdos con sectores conservadores, en especial con el terrateniente Pdro Santana, quien consideraba que el territorio debía reincorporarse a España.
De estas pugnas, Santana salió fortalecido de manera temporal mientras que Duarte en cambio sufrió varios destierros. No obstante, a la postre, prevalecieron sus ideales liberales y separatistas.
Duarte vivió sus últimos años exiliado en Venezuela debido a los conflictos políticos y militares que existían en la República Dominicana los cuales constituían un serio peligro para su integridad. En Venezuela fue recibido y acogido haciendo de esta tierra su segundo hogar, quedándose a vivir en este país hasta finalmente morir en la pobreza en 1876.
Fuente: n.com.do