(AFP).-Desactivar sus cuentas, migrar a otras redes «seguras» o eliminar el historial. La ley de seguridad impuesta por Pekín levantó una ola de pánico entre los hongkoneses, convencidos de la importancia vital de borrar las huellas informáticas de su compromiso prodemocracia.
El régimen chino impuso el martes por la tarde a la excolonia británica un polémico texto que, según algunos países extranjeros, viola el principio «un país, dos sistemas» que garantiza a Hong Kong libertades desconocidas en otras partes de China.
Pekín mantuvo en secreto hasta el último minuto el contenido de esta ley que busca reprimir la subversión, la secesión, el terrorismo y la colusión con las fuerzas extranjeras, y que es una respuesta al movimiento de protesta sin precedentes desde 1997 surgido hace un año.
Numerosos juristas alertaron sobre la vaga redacción de un texto que, prestándose a todas las interpretaciones, lleva a la autocensura.
Pekín aseguró que las libertades políticas de los hongkoneses no estaban amenazadas. Pero muchos recuerdan que el Partido Comunista utilizó a menudo tales leyes para reprimir la disidencia en China.
– «¡Cuidado!» –
«He cambiado mi nombre de perfil y he adoptado una cuenta privada para que mi empresa no pueda ver mis publicaciones que podría considerar antichinas o una violación de la ley sobre seguridad nacional», explica a la AFP un empleado de una gran empresa cuya dirección es, según él, «pro-Pekín».
Añade, bajo anonimato, que será «muy prudente» en sus próximas publicaciones, por temor a que sus compañeros, o incluso sus amigos, lo denuncien.
Después de la promulgación de la ley, numerosos hongkoneses anunciaron que suprimían sus cuentas en Twitter, Telegram o Signal, mientras otros compartían consejos sobre las mejores formas de reducir las huellas dejadas en internet.
«Por su seguridad, estamos borrando todos los mensajes», anunciaba el administrador de un grupo Telegram, muy seguido por los prodemocracia. «Por favor, ¡tengan cuidado con lo que dicen'».
Un abogado simpatizante del movimiento prodemocracia envió un mensaje a un periodista de la AFP pidiéndole borrar íntegramente su conversación de WhatsApp. Otros comunicaron que migraban a Signal, una red social que consideran más segura.
Los críticos de la nueva norma denuncian en particular el hecho de que China tendrá jurisdicción sobre algunos casos constitutivos de delito, socavando la soberanía judicial de Hong Kong, y que los policías chinos podrán operar en territorio hongkonés, algo inédito hasta ahora.
Entre otras preocupaciones destacan los poderes de vigilancia ampliados acordados a la policía, en especial en materia de escuchas y de acceso a las comunicaciones en internet, sin supervisión judicial.
– «Cuestión de supervivencia» –
Los proveedores de redes privadas virtuales (VPN) constataron un aumento de las ventas desde el anuncio de la ley.
Billie, asistente de 24 años de un concejal de distrito, precisa que comenzó a usar una VPN en mayo, cuando China anunció su proyecto de ley.
Se deshizo de algunos seguidores en sus cuentas de redes sociales y eliminó sus publicaciones «sensibles», aún incluso si supuestamente la nueva ley no es retroactiva.
«Me da vergüenza y me siento incómodo. Nunca quise hacerlo, pero me siento obligado. Es una cuestión de supervivencia», dice a la AFP y pide que no se revele su verdadera identidad. «Es una parte de mí que ha desaparecido».
Esta limpieza no es solo virtual.
Varios restaurantes «prodemocracia» también decidieron descolgar la colorida propaganda que decoraba sus salas, esos «muros de Lennon» que eran signos de apoyo al rechazo al régimen chino.
Gordon Lam, un activista prodemocracia, confesó a la AFP que al menos un restaurante le había pedido consejo tras una visita de la policía, que indicó que los folletos y carteles en las paredes «podrían estar violando la ley sobre seguridad nacional».
«Parece que el gobierno utiliza esta ley para presionar a las empresas amarillas», declaró, refiriéndose al color atribuido al movimiento prodemocracia, en oposición al azul que designa a los comercios favorables al poder.
Las primeras detenciones en virtud de la nueva ley se produjeron el miércoles, cuando miles de personas protestaron contra la prohibición de manifestar con ocasión del 23º aniversario de la devolución a China en 1997. La mayoría fueron detenidos por exhibir banderas u octavillas independentistas.