NEW YORK – Un nutrido grupo de dominicanos residente en Washington Heights, se mostraron preocupados que varios de sus familiares no logren vacunase en su país debido al “tráfico de influencia” cuando comience la campaña en el país. La semana pasada la vicepresidenta y coordinadora del Gabinete de Salud, Raquel Peña informó que esta semana iniciarán el proceso de socialización de vacunación, el cual estaba basado en el padrón electoral.
“Todos nos conocemos y sabemos nuestros niveles culturales y de educación. Estamos muy preocupados por los pobres de nuestro país, el personal médico, las enfermeras, empleados de primera línea, policías y militares y demás sectores primarios que están dándolo todo en la lucha contra el Coronavirus y que por razones de “trafico de influencia” no puedan vacunarse. Queremos unos protocolos claros y del conocimiento de todos. Estamos confiados de las acciones de transparencia de Luis Abinader y Raquel Peña para evitar la corrupción en la vacunación contra el COVID-19”, dijo Luis Hidalgo.
Muchos de los residentes de la diáspora se muestran preocupados por la situación ocurrida en España, donde políticos, funcionarios públicos, altos militares entre otros violaron los protocolos de vacunación y de manera ilegal se vacunaron. Al momento muchos de ellos han tenido que renunciar a sus puestos y otros están siendo investigados.
“Tomando en cuenta la situación generada en España, pedimos a la comisión de salud de RD, que a la hora de aprobar el protocolo de vacunación COVID-19 se haga con transparencia y equidad, tomando en cuenta a todos los sectores vulnerables, sin favorecer a ningún grupo debido a su estatus social o político”, dijo la líder comunitaria Elida Almonte, al portal digital Zabala Al Día.
Cabe destacar, según reporta el prestigioso medio Diario Libre, la información electoral se usaría en la distribución de las 20 millones de dosis que pretender adquirir el gobierno para vacunar contra el coronavirus. De las vacunas que se aplicarían de manera gratuita se comprarían 10 millones a la farmacéutica Astrazeneca, 8 millones a Pfizer, y dos millones vendrían por el sistema de la Organización Mundial de la Salud que son de una canasta de todas las vacunas.
Fuente: José Zabala