Por LeonoraRamírez
En materia de salud mental República Dominicana está en estado de emergencia, porque se ha incrementado la demanda de servicios pero no hay personal suficiente en los sectores público y privado, hay pocas camas hospitalarias para ingresar a pacientes con casos agudos, y se carece de un plan para hacer diagnósticos y ofrecer tratamiento temprano a segmentos de la población en alto riesgo, como los consumidores de alcohol y sustancias prohibidas.
La alerta es expuesta por el psiquiatra José Miguel Gómez, quien lamenta que la salud mental sea una cenicienta en términos del presupuesto que le asigna el Ministerio de Salud, que ronda el uno por ciento.
Entre las históricas falencias del área de la salud mental que señala el especialista, la que más le preocupa es que todavía hay provincias, sobre todo en la poco atendida zona fronteriza, que no cuentan con departamentos de salud mental en los hospitales públicos.
“Lo que tenemos es diez millones de habitantes, y faltan camas hospitalarias en salud mental, recursos humanos, diagnósticos tempranos, acceso en la atención primaria en salud mental, y todavía en el 2022 hay provincias que no tienen unidades psiquiatría ni privadas ni públicas, como Peravia, Pedernales, Samaná, Elías Piña y Bahoruco”, refirió Gómez.
Pero si alarma que en esas demarcaciones existan esas limitantes, más aún que en los grandes centros urbanos como Santo Domingo y Santiago haya comunidades que tampoco tengan los referidos servicios de salud.
“El Este completo no tiene cinco camas de salud mental, no hay camas en salud mental en Higüey, La Romana, San Pedro de Macorís, Miches y El Seibo. Hay servicios de psiquiatría, psiquiatras y psicólogos, pero unidades de internamiento no las hay.
“Y los programas de atención primaria, en ninguna de esas provincias, tienen a la disposición psiquiatras y psicólogos para una intervención en crisis, para programas de rehabilitación psicosocial. Entonces la salud mental está en S.O.S”.
La covid-19 y los problemas de salud mental
La pandemia de covid-19, con sus repercusiones emocionales y económicas, aumentó los problemas de salud mental en la población global, señaló Gómez al destacar que en República Dominicana las patologías más comunes registradas en ese contexto fueron la depresión, ansiedad y ataques de pánico.
“El Covid-19, la inflación, el cambio en los estilos de vida, ha hecho más vulnerable a la población en todos los países, en materia de salud mental.
“Y de hecho, en Republica Dominicana ha aumentado de manera considerable la depresión, que sigue siendo la primera causa de visita al psiquiatra, los trastornos de ansiedad, los ataques de pánico, el insomnio, los conflictos de pareja, las disfunciones familiares, los problemas de niños y adolescentes, y el abuso de sustancias narcóticas”, refirió el especialista.
Aumento consumo de alcohol y otras drogas
El consumo de alcohol en el país es preocupante para el doctor Gómez, lo mismo que el uso de sustancias narcóticas, porque se han convertido en la tercera causa de demanda de camas hospitalarias en psiquiatría.
“En la República Dominicana hay un aumento en el consumo de alcohol y drogas ilegales como cocaína, crack, heroína, con las repercusiones psicosociales que tienen el consumo y abuso del uso de drogas.
Aunque las consecuencias de esas adicciones son conocidas, Gómez entiende que las autoridades sanitarias deben estar pendientes de esa situación que tiene un impacto en la salud mental de los adictos y sus familiares.
“Mucha de esa violencia, con muertes violentas a la vez, por jóvenes por debajo de los 25 años, que son los que están participando en la delincuencia, tienen que ver con dependencia y abuso del consumo de drogas”, expresó Gómez al dar la voz de alerta por las repercusiones sociales del tema.
Se requiere más atención Estado
Atender a enfermos
El doctor José Miguel Gómez expresó que, para fortalecer la atención en salud mental, lo primero que se debe hacer es aumentar el presupuesto que asigna el Ministerio de Salud Pública a ese sector, abrir unidades de atención en los hospitales regionales, poner a funcionar las unidades de salud mental comunitarias como parte de la atención primaria, para hacer diagnóstico y tratamiento temprano a una población en alto riesgo.
Además, abrir más unidades de rehabilitación psicosocial para darle respuesta y acogida a los enfermos mentales que deambulan por las calles, a los pacientes crónicos como esquizofrénicos, bipolares y alcohólicos o con algún tipo de discapacidad, para recogerlos y darles una respuesta, una atención adecuada a sus patologías.
Fuente: Hoy.com.do