Por Sandro Pozzi
La agencia ha anunciado esta medida, dirigida a empresas, para obtener financiación extra
La Estación Espacial Internacional se abre al sector privado. La NASA ha presentado este viernes el plan para que dar un uso comercial al laboratorio. Las empresas podrán incorporar módulos a la estructura en un futuro no muy lejano y mandar turistas al espacio utilizando las lanzaderas de SpaceX o de Boeing. Los ingresos que se generen con esta actividad se utilizarán para apoyar otras misiones, como el retorno a la Luna o el primer viaje espacial de humanos a Marte.
El viaje costará alrededor de 35.000 dólares por noche y por astronauta
El objetivo, explican los responsables de la NASA, es acelerar el proceso de innovación para desarrollar la nueva economía en la órbita baja terrestre. Es algo similar a lo que plantea Jeff Bezos con Blue Origin. Las empresas que opten a esta nueva actividad comercial deberán cumplir una serie de criterios. Uno de ellos, que las compañías sean estadounidenses, aunque podrán enviar astronautas de otras nacionalidades.
La NASA permitirá que la estación espacial pueda utilizarse para misiones turísticas a partir de 2020. Los turistas espaciales podrán permanecer en órbita hasta 30 días. El coste de la estancia será de unos 35.000 dólares por noche, pero esa cantidad no incluye el transporte ni el entrenamiento previo necesario para poder viajar al espacio. Cada viaje tiene un coste estimado de unos 50 millones de dólares.
SpaceX y Boeing están desarrollando aún las cápsulas para humanos, la Crew Drago y la Starliner. La idea es empezar con dos viajes privados al año, según explicó la directiva de la NASA Roby Gatens. Hasta 12 turistas-astronautas podrían visitar la Estación Espacial Internacional al año, según el plan hecho público. En paralelo, se quiere establecer un ecosistema de módulos que permitan producir y experimentar en el espacio.
La NASA iniciará ahora el proceso de consulta con los potenciales interesados. El plan para el uso comercial de la Estación Espacial Internacional se ha anunciado cuando se cumple el quincuagésimo aniversario de la misión Apolo, que llevó al primer hombre a la Luna. La NASA depende cada vez más de compañías privadas para su financiación. Jeff DeWitt, el director financiero de la agencia estadounidense, explicó que de esta manera se reducirá el coste de las operaciones y el ahorro se destinará a otras misiones.
DeWitt dejó claro que la NASA no busca ser rentable, sino dotarse de los recursos necesarios para poder seguir explorando el espacio. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está apostando fuerte por la privatización del negocio espacial. La idea de darle un uso comercial no es nueva: ya la han tanteado otras Administraciones desde hace tres décadas. Pero ninguna compañía había expresado interés hasta ahora por hacerse con la gestión de la estación espacial.
La Estación Espacial Internacional no pertenece en exclusiva a la NASA. El proyecto se inició junto a Rusia en 1998, y otros países también participan y envían astronautas. Pero Estados Unidos posee y controla la mayoría de los módulos operativos en este momento. Estos turistas espaciales no serán los primeros tampoco, ya que el empresario estadounidense Dennis Tito estuvo en la estación, en 2001, tras pagar a Rusia cerca de 20 millones de dólares.
Fuente: El País