El último día del año ha dejado dos nuevos muertos (un padre y un hijo) y cinco desaparecidos en Australia por la ola de incendios a la que se está enfrentando el país. El fuego, que comenzó muy pronto con incendios especialmente virulentos desde noviembre, ha arrasado esta temporada cinco millones de hectáreas, según cálculos de The Guardian. Los fuegos que asolan el país también han atrapado este martes a unas 4.000 personas en las playas de Mallacoota, un pequeño municipio turístico situado en el sureste de la isla, según France Presse y Efe. La situación del fuego, que arde sin control y ha causado una de las peores crisis en Australia por esta causa en décadas, se ha agravado este martes.
El comisionado del servicio de bomberos rurales de Nueva Gales del Sur (Estado del sureste del país, cuya capital es Sídney), Shane Fitzsimmons, ha asegurado este martes que es la peor temporada de incendios que ha registrado este Estado, donde hay 120 incendios, 68 fuera de control. Hay 3.000 bomberos luchando contra las llamas en la región. «Hoy es un día horrible para Nueva Gales del Sur en lo que se refiere a los incendios. Tras la trágica muerte anoche de un bombero voluntario, se ha confirmado que hay dos muertos en Cobargo, la policía lo ha confirmado, y una tercera está desaparecida», ha dicho en una rueda de prensa la jefa del Gobierno de ese Estado, Gladys Berijiklian.
Antes, el jefe del Gobierno de Victoria, Daniel Andrews, ya había confirmado que se temía por la situación de cuatro personas que no han sido localizadas en las zonas donde arden varios focos en este Estado del sureste del país, que también han provocado «pérdidas muy significativas de propiedades, ganado, vallas y cobertizos». Además, decenas de propiedades han sido destruidas desde el lunes.
Las autoridades temen especialmente por la vida de unos de los desaparecidos, al que se le perdió el rastro cuando intentaba proteger su casa de las llamas. “Las condiciones no están mejorando en este momento. Todavía viviremos horas de condiciones peligrosas, especialmente en la costa sur y en algunas partes del suroeste de Nueva Gales del Sur”, ha explicado Gladys Berejiklian.
En algunas regiones, los incendios son tan intensos, el humo tan denso y los fuegos provocados por rayos tan violentos que hubo que interrumpir el reconocimiento aéreo y la intervención de bombarderos de agua, según los bomberos encargados de las áreas rurales de Nueva Gales del Sur. Los daños se han producido principalmente por los fuegos en el municipio de East Gippsland, situado en el extremo sureste de Victoria y fronterizo con el Estado de Nueva Gales del Sur, y al que pertenece el balneario de Mallacoota. Precisamente, el jefe del Gobierno de Victoria informó que se sopesa la posibilidad de evacuar por mar a algunas comunidades afectadas por los incendios, como la de Mallacoota. «Hemos hecho algunas peticiones [al Ejército australiano] para que nos apoyen en las evaluaciones de los daños a las propiedades y también para acceder a algunas comunidades aisladas por vía marítima», ha dicho Daniel Andrews en rueda de prensa.
Los expertos señalan que las temporadas de incendios en Australia serán cada vez más largas y virulentas debido al cambio climático. Este diciembre, los días 17 y 18, el país registró las dos jornadas más calurosos de su historia con unas temperaturas medias máximas de 40,9 y 41,9 grados centígrados, respectivamente.
La delicada situación ha provocado que la capital del país, Canberra, haya tenido que suspender los espectáculos pirotécnicos previstos para fin de año. «Se han cancelado debido a las condiciones climáticas extremas y altamente impredecibles, sin precedentes. Hoy, el deterioro de la situación, con fuertes ráfagas de viento, calor, polvo, humo y una probable tormenta eléctrica, nos ha empujado a tomar esta decisión», ha dicho en su cuenta de Twitter este martes Andrew Barr, primer ministro del territorio de la capital australiana.
La ministra de defensa del país, Linda Reynolds, ha anunciado este martes que se movilizarán más efectivos militares para ayudar en la extinción de los fuegos en el estado de Victoria, donde desde ayer un incendio ha arrasado más de 200.000 hectáreas. Entre las unidades que se desplazarán se incluyen dos buques, tres helicópteros y un avión. “Tenemos serias preocupaciones acerca del bienestar de varias personas en Victoria y estaremos apoyando a las comunidades locales de cualquier manera que podamos”, ha dicho Scott Morrison, primer ministro australiano, quien ha pedido a la gente que se mantenga a salvo de las llamas.
Con la muerte de las dos personas en Cobargo son ya 11 el número de fallecidos en Nueva Gales del Sur, y 12 en el conjunto del país desde julio. Los incendios comenzaron antes del inicio del verano austral, que empieza en diciembre y en el que se espera una escasez de lluvia hasta el 21 de marzo. Los servicios meteorológicos esperan que el tiempo mejore en los próximos días, pero se prevé que las condiciones climáticas vuelvan a empeorar a partir del sábado, según The Sydney Morning Herald.
Fuente: El País