En años recientes, fotógrafos de todas partes han ido a países afectados por la crisis de refugiados para dar seguimiento a las penas de los migrantes que buscan refugio en Turquía, Grecia y Líbano. Otros han ido a las fuentes del éxodo para enfatizar las tragedias en Birmania, Afganistán y Sudán del Sur.
En Another Way Home (Otro camino a casa), la vigésima quinta edición de Moving Walls (Moviendo muros), la serie anual de exposiciones del Open Society Documentary Photography Project, la migración es el tema protagónico no solo debido a los tiempos que vivimos, sino también porque ha sido una temática constante a lo largo de la historia de la serie.
Esta edición se destaca por lo que no tiene: imágenes de sufrimiento.
Después de recibir más de cuatrocientas solicitudes, un pánel seleccionó ocho proyectos multimedia de trece fotógrafos y artistas. Además de mostrar su obra durante varios meses, cada participante también ha recibido una beca para continuar desarrollando su trabajo en torno a la migración.
Aunque el formato cambia, todos los proyectos son muy personales y, a falta de una mejor palabra, refrescantes.
“Lo que queremos destacar y en lo que es importante concentrarnos es en resistir narrativas que presenten a los refugiados o a los migrantes como un problema”, comentó Yukiko Yamagata, actual directora interina del Documentary Photography Project.
Varios de los participantes son refugiados o inmigrantes indocumentados y algunos de ellos han colaborado con comunidades inmigrantes para crear proyectos y compartir sus historias. Sus enfoques van de la celebración a lo absurdo, de lo político a lo íntimo. Las nociones de exilio y resiliencia se perciben en la exposición, que se presenta en las oficinas de Open Society Foundations en Nueva York.
Con el fin de dar voz a la perspectiva de los migrantes y refugiados, se da prioridad a las lenguas maternas de los participantes por encima del inglés en los muros y en los comentarios del proyecto. De esa manera, los visitantes quizá entiendan la frustración de que su experiencia lingüística esté en segundo plano, “de la misma manera en que un inmigrante, migrante o refugiado lo experimentaría mientras se adapta a su país de destino”, explicó Siobhan Riordan, especialista de la exposición.
La edición de Moving Walls de este año muestra “Across la Tierra” (A través de la tierra), de Layqa Nuna Yawar, una artista nacida en Ecuador; “Live, Love, Refugee” (Vive, ama, refugiado), de Omar Imam, fotógrafo y videógrafo sirio, y “After Migration” (Después de la migración), del diseñador y artista Walé Oyéjidé, que vive en Filadelfia.
Expuestos sobre un fondo contrastante color rojo carmín, los majestuosos retratos de moda de Oyéjidé tienen como protagonistas a modelos que también son migrantes. “Es verdad que muchas de estas personas que cruzan los mares y los desiertos en busca de un lugar que puedan llamar hogar soportan y sufren muchas cosas”, dijo. Sin embargo, agregó: “Esa no es toda su experiencia”.
Oyéjidé dijo que presenta a las personas que fotografía como todos esperaríamos vernos:“En su mejor momento. En su momento más regio y sofisticado”.
En “The Passport” (El pasaporte), la fotógrafa yemení Thana Faroq documenta su propio trayecto para escapar de su país y buscar una nueva vida en los Países Bajos. También yuxtapone los retratos en blanco y negro de otros refugiados con cartas escritas a mano en las que compartieron sus experiencias (ni Imam ni Faroq pudieron asistir a la exposición porque les negaron las visas).
La serie también incluye “Project Luz” (Proyecto luz), de la artista argentina Sol Aramendi; “Welcome to Intipucá City” (Bienvenidos a la ciudad de Intipucá), de Jéssica Ávalos, Koral Carballo y Anita Pouchard Serra; “The Right to Grow Old” (El derecho a envejecer), del fotógrafo hondureño Tomás Ayuso, y “Fractured Connections” (Conexiones fracturadas), del colectivo FRPxTN, una colaboración entre el Family Reunions Project y Tierra Narrative.
En “The Right to Grow Old”, Ayuso traza la peligrosa ruta que toman los migrantes hondureños para llegar a Estados Unidos y explora las historias de quienes han preferido quedarse en México en vez de arriesgar aún más sus vidas en manos de traficantes de personas.
En el núcleo de todos estos proyectos se encuentra la necesidad de sobrevivir: la raíz de casi toda migración. Eso se nota en el título de la serie, “Another Way Home”, que fue inspirado por una de las cartas escritas a mano de “The Passport”, en la que se cita una línea del poema Home, de Warsan Shire.
El verso dice: “Nadie se va de su hogar a menos que su casa sea la boca de un tiburón”.
Fuente: NY Times