Julio Mora (110 años) y Waldramina Quinteros (104), ambos profesores retirados, han batido un nuevo récord Guinness mundial gracias a un enlace que va camino de cumplir ocho décadas.
Aunque sus familias desaprobaron su unión y tuvieron que casarse en secreto un día de febrero de 1941, el tiempo ha probado –con creces– la solidez de su amor. Julio Mora (110 años) y Waldramina Quinteros (104 años), ambos profesores ya jubilados, acaban de batir un nuevo récord Guinness convirtiéndose en el matrimonio más longevo del mundo. Existen matrimonios más largos, pero no entre personas tan mayores: la edad combinada de ambos supera los 215 años y en su próximo aniversario cumplirán ocho décadas desde que se dieron el ‘sí, quiero’.
Así le robaron hace unos días el título a los texanos Charlotte Henderson y John Henderson, que suman más de 212 años, recibiendo la certificación en su casa de Quito (Ecuador). Según ha declarado una de sus hijas, Aura Cecilia, a Associated Press, la pareja se mantiene activa y lúcida, aunque las consecuencias del coronavirus también los ha abatido a ellos los últimos meses. La prohibición de reunirse con sus cuatro hijos sobrevivientes, 11 nietos, 21 bisnietos y 9 tataranietos debido a la crisis sanitaria los tiene un poco tristes y menos ágiles.
Aún así no han perdido la ilusión por sus pequeñas aficiones diarias: a Julio le gusta ver la televisión y beber leche, mientras que Waldramina es fanática de los postres y no deja de leer el periódico todas las mañanas. También les gusta ir al cine o al teatro y cuidar de sus plantas.
Su historia de amor comenzó siete años antes de pasar por el altar, cuando Waldramina aprovechó las vacaciones escolares para visitar a su hermana, que vivía en el mismo edificio de Julio y estaba casada con un primo de este. Así fue como se conocieron y pronto la amistad fue dando paso al amor gracias a las poesías que Julio escribía para Waldramina y la gran belleza y capacidad conversadora de ella.
¿El secreto para durar tantos años? Ellos lo resumen como una mezcla de respeto, compasión, consideración y amor huyendo de las discusiones. «El amor y madurez que tuvimos como pareja desde el inicio del matrimonio nos permitió conocernos y crecer emocionalmente para definir nuestro futuro. No fue fácil porque las familias no tenían buena relación de amistad, más con el tiempo y paciencia pudimos unirlas y pasamos a ser ejemplo y el mejor referente para las generaciones más jóvenes».
La noticia de ser certificados como el matrimonio más longevo del mundo ha supuesto un rayo de luz en mitad del aislamiento que viven al estar alejados de su numerosa familia. «Para nosotros es un gran honor y motivo de sano orgullo tener un título de Guinness World Records […] Es verdad que en este momento es difícil porque estamos agobiados por una pandemia que afecta a todo el globo y todavía no tenemos un camino de solución, pero el primer paso es que nos disciplinemos, respetemos y amemos la vida de cada uno». La misma fórmula que los ha mantenido unidos casi ocho décadas.
Fuente: El País