Caminando por la literatura dominicana (13)
Diógenes Valdez, un prominente narrador dominicano
Por Miguel Collado
Diógenes Valdez ―novelista, cuentista, ensayista, poeta y diplomático― nació en San Cristóbal, República Dominicana, el 29 de mayo de 1941. Becado por la Organización de Estados Americanos (OEA), realizó estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad de la República, en Montevideo (Uruguay) (1962-1965), donde —sea dicho de pasada— escribió su primer cuento. En la Universidad Nacional Autónoma de México estudió Literatura (1969-1971) y, aunque no la concluyó, había ingresado a la Escuela de Letras de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).
Desempeñó los cargos de Director del Centro de Investigaciones Literarias de la Biblioteca Nacional (1984-1991) y de Sub-Director de esa institución (1991-1992), donde fuimos compañeros de trabajo y desarrollamos proyectos de investigación juntos cuando ambos formamos parte del desaparecido Centro de Investigaciones Literarias de la Biblioteca Nacional. (Fue el punto de partida de una estrecha amistad). Luego dirigió la Biblioteca República Dominicana (2001-2004) y ocupó el cargo diplomático de Agregado Cultural de la Embajada Dominicana en Alemania. Dirigió la revista literaria Logos. En la literatura dominicana pertenece a la Generación del 60 y en 1974 formó parte del movimiento vanguardista denominado «Pluralismo», liderado por el ilustre intelectual Manuel Rueda, quien lo fundó en 1974.
Fueron numerosas las premiaciones literarias obtenidas por Diógenes Valdez: por la obra de toda una vida en 2005 Diógenes Valdez fue galardonado con el Premio Nacional de Literatura, la más importante distinción que se otorga en las letras dominicanas. Pero anterior a ese galardón había obtenido el Premio Anual de Cuento «José Ramón López» en 1978 con El silencio del caracol (1978) y en 1982 con Todo puede suceder un día (1982). En 1992 lo obtiene por tercera vez con La pinacoteca de un burgués (1992).
En el Concurso de Cuentos de Casa de Teatro Valdez ganó el segundo premio en 1981 con «Relámpago entre las sombras» y el segundo premio en 1982 con «Buenas noches, Dulcamara», uno de sus cuentos más emblemáticos. Su novela Los tiempos revocables (1983) mereció el Premio Siboney en 1984 y en 2004 ganó el Premio de Novela de la Universidad Central del Este (UCE) con El cisne enfermo: la novela de la voz, publicada por ese centro académico en 2007 y reeditada en 2008 por Editorial Manatí.
Cabe señalar que hasta la creación de la Secretaría de Estado de Cultura en el año 2000 los premios anuales de literatura eran otorgados por la Secretaría de Estado de Educación, Bellas Artes y Cultos (SEEBAC), organismo estatal que a partir del 2006 es denominado Ministerio de Educación.
Otras obras narrativas de la autoría de Valdez son:
- Motivos para aborrecer a Picasso (cuento, 1996)
- La telaraña (novela, 1980)
- Lucinda Palmares (novela, 1981)
- Tartufo y las orquídeas (novela, 1997)
- Retrato de dinosaurios en la era de Trujillo: novela (1997)
- Acta est fábula: cuentos (2000)
- Cuentos escogidos (2005)
- Historia de un muñeco que quería ser (cuento infantil, 2011)
- Las estatuas derribadas (novela, 2014)
- Todo por culpa de Lensky: cuentos (2012)
En el período 2000-2004 publicó una serie de seis novelas bajo el título de El sexteto de Fort Liberte. El eje temático de la serie se centra en el poema épico Yelidá —texto de Tomás Hernández Franco que es considerado un clásico dentro de la literatura producida en República Dominicana—:
- La noche de Jonsok: un antes. Yelidá I (2000)
- Huellas en la arena mojada: otro antes. Yelidá II (2002)
- Las flores del hielo: un parétesis. Yelidá IV (2004)
- El hipocampo y el iceberg: otros después. Yelidá V (2004)
- Raknarok: final. Yelidá VI (2004)
De su cuento «Las seis en punto de una tarde de otoño» se hizo una adaptación al ballet en 1991 en ocasión del homenaje rendido al músico Julio Alberto Hernández; en 2005 incluimos su cuento «Es absurdo morir otra vez y para siempre» en nuestra antología El fantasma de Trujillo; y en 2008 incluimos su emblemático cuento «Antipolux» en otra antología narrativa editada por nosotros: Huellas de la Guerra Patria de 1965: cuentos y relatos (en colaboración con el narrador Eric Simó).
A continuación citamos otras antologías literarias en las que podemos leer cuentos de Diógenes Valdez:
- La narrativa yugulada: historia y crítica (1987), de Pedro Peix
- Dos siglos de literatura dominicana (Siglos XIX-XX). Prosa (1996), de José Alcántara Almánzar
- Antología del cuento dominicano (2000), de Diógenes Céspedes
- Cuentos dominicanos para niños (2000), editada por Jacinto Gimbernard
- Contándonos: 25 cuentos dominicanos (2001), de Ediciones Peralta Domínguez
- Antología de escritores sancristobalenses 1900-2000 (2001), de Juan B. Nina
- Antología de la literatura gay en la República Dominicana (2004), de Mélida García y Miguel De Camps Jiménez
- Cuentistas del Sur de la Isla (2005), de Edgar Valenzuela
- Señales de voces, antología de cuentos dominicanos (2005), de Avelino Stanley y Ángel Lockward
- República Dominicana, narradores del siglo XX (2006), de Pedro Antonio Valdez
- Cuentogotas. VI: selección de cuento breve contemporáneo (2006), de Bianchi Editores-Uruguay
- Puente de palabras: compilación de cuentos costarricenses y dominicanos (2006), de Avelino Stanley y Alexandra Meléndez
- Ruptura del límite: cuentos dominicanos (2010), de Avelino Stanley
- Venir con cuentos: muestrario del cuento dominicano (2012), de José Rafael Lantigua
- Cuentos dominicanos, siglos XX y XXI: antología (2013), de Miguel D. Mena
Dentro del género del ensayo Diógenes Valdez aportó a la bibliografía dominicana los siguientes títulos: Del imperio del caos al reino de la palabra (1986), El arte de escribir cuentos (Apuntes para una didáctica de la narrativa breve) (2003) y Cuatro aspectos sobre la narrativa de Juan Bosch (2010). Fue colaborador de las revistas Caudal, País Cultural: Revista de cultura, Revista Teatro y Letra Grande: Arte y Literatura, editadas en la ciudad de santo Domingo. También colaboró con la revista Mythos (Santiago de los Caballeros) y con el suplemento cultural «Isla Abierta» del diario Hoy (Santo Domingo).
Por lo aquí reseñado, se impone reconocer que la obra narrativa de Diógenes Valdez es vasta y consistente. Y no tan solo eso, también es justo reconocer que por la calidad literaria de la misma es considerado uno de los más prominentes y prolíficos narradores dominicanos del siglo XX. No es posible obviar su nombre al escribir una historia de la literatura dominicana contemporánea.
Valdez falleció, a consecuencia de problemas cardíacos, el viernes 12 de septiembre de 2014. Sus ojos se cerraron para siempre en la ciudad en la que vio el mundo por primera vez. Su deceso fue un hecho triste que constituyó una sensible pérdida para las letras nacionales y antillanas.