Los actores Mark Wahlberg y Mel Gibson iniciaron el desarrollo de una película biográfica sobre Stuart Long, un exboxeador que se describía como “anticristiano por excelencia”, pero que tras un grave accidente se convirtió al catolicismo y fue ordenado sacerdote.

El P. Long murió de una enfermedad muscular degenerativa a la edad de 50 años el 9 de junio de 2014 en el Big Sky Care Center de Helena, capital del estado de Montana (Estados Unidos).

Según The Hollywood Reporter, la película titulada “Father Stu” (Padre Stu), como era conocido Stuart Long, ha sido un proyecto de Wahlberg durante los últimos seis años.

“Wahlberg ha contratado a Mel Gibson y a la guionista y directora Rosalind Ross, socia de toda la vida de Gibson, para la película biográfica titulada Father Stu. Ross ha escrito el guion y hará su debut como directora de largometrajes con Wahlberg interpretando al golpeado sacerdote. Gibson interpretaría al padre de Long, mientras Teresa Ruiz, una de las estrellas de ‘Narcos: México’, subió a bordo para interpretar a su novia”, informó el medio.

También se señaló que ya habría empezado la producción de la película a mediados de abril de 2021, en Los Ángeles.

La vida del Padre Stu

El Padre Stu nació en Seattle el 26 de julio de 1963. Cuando aún era un niño pequeño, la familia se mudó a Helena, la ciudad natal de sus padres, Bill y Kathleen Long.

Comenzó su educación primaria en Central School en Helena y se graduó de Capital High School en 1981. Inició su vida universitaria en Carroll College en Helena, donde se convirtió en atleta completo, pues jugaba fútbol americano, ​​entrenaba lucha libre y ganó el título de peso pesado (boxeo) de los Guantes de Oro de 1985 para Montana.

En 1986 se graduó en el Carroll College después de obtener su título universitario en Literatura y Escritura Inglesas.

Si bien decidió seguir en el boxeo profesionalmente, una cirugía reconstructiva de la mandíbula detuvo sus planes, y, por sugerencia de su madre, se mudó a Los Ángeles con la intención de dedicarse a la actuación, otra de sus pasiones. Sin embargo, se desilusionó y luego comenzó a trabajar en el Museo Norton Simon, en Pasadena, espacio en el que ascendió hasta convertirse en gerente, un puesto que ocupó durante siete años.

A pesar de estudiar en un colegio católico, Stuart Long no era un creyente e incluso se describió a sí mismo como el “anticristiano por excelencia”, lo que lo llevó a confrontar a sacerdotes y compañeros.

Sin embargo, un accidente de motocicleta, en el que fue atropellado por dos automóviles, fue un punto de inflexión en su vida. Salvarse de la muerte provocó que empezara a descubrir su fe y lo que le permitió bautizarse como católico en 1994.

Stuart Long sintió un llamado al sacerdocio cuando se bautizó y, para comprobarlo, dejó el museo en 1998 y enseñó por tres años en una escuela católica en Mission Hills, California. Luego pasó a servir con los frailes capuchinos en la ciudad de Nueva York, trabajando en algunos de los vecindarios más pobres de la ciudad.

Los frailes lo enviaron a la Universidad Franciscana en Steubenville, Ohio, para estudiar Filosofía. Después de obtener su maestría en Filosofía, recibió su formación sacerdotal para la Diócesis de Helena en Mount Angel Seminary, en Oregon. Fue ordenado sacerdote el 14 de diciembre de 2007 en la Catedral de Santa Elena.

Stuart Long caminaba con la ayuda de muletas durante su ordenación, pues había sido diagnosticado de miositis por cuerpos de inclusión, una enfermedad autoinmune extremadamente rara que imita los síntomas de la ELA (enfermedad de Lou Gehrig) para la que no existe cura.

Según amigos suyos, encontró su gran amor sirviendo como sacerdote, administrando los sacramentos y aconsejando a la feligresía.

En 2010, la diócesis lo llevó a casa en Helena, donde el Padre Stu empezó una nueva vida y ministerio en Big Sky Care Center, ahora usando una silla eléctrica.

El Padre Stu hizo trabajos de caridad en las parroquias de Helena, aceptando de buena gana el dolor y la debilidad. Celebraba Misa con regularidad en la parroquia St. Mary’s y Big Sky Care Center, además de viajar a donde se le solicitaba.

En una ocasión comentó que su enfermedad era lo mejor que le había pasado, porque le permitió deshacerse del orgullo que había sentido durante la mayor parte de su vida.