SANTIAGO – El Early Camp ya le está dando una idea al cuerpo técnico de las Águilas Cibaeñas de las fortalezas que pueden tener en el pitcheo de relevo, donde buscan conseguir un grupo sólido, que preserve victorias o detenga al rival al final de los partidos.
Joan Báez, Neftalí Feliz, Michael Ynoa, Daury Torrez y Darío Álvarez, se están preparando para encargarse de la parte de atrás del juego, rol donde las Águilas buscan maximizar las diligencias por buenos brazos y el chance de lograr personal de experiencia.
Joan Báez es uno de esos lanzadores que trabajan a todo vapor en el “Early Camp” que abrieron los aguiluchos desde el pasado lunes, para sus jugadores que no vieron acción en otras ligas por la pandemia del COVID-19.
“Nunca por razones de los permisos había entrado tan temprano, me siento muy contento por la forma en que nos han recibido y el buen ambiente que tenemos”, comentó Joan, cuando fue presentado en la conferencia de prensa virtual.
La temporada pasada tuvo 2-1, efectividad de 2.35 en 14 relevos para los aguiluchos, en los que trabajó 15.1 entradas, cediendo 4 carreras limpias y seis bases por bolas. Ponchó a 16 y su WHIP fue de 1.24.
Báez es considerado entre los relevistas de mayor valor de las Águilas en los dos últimos años, a juicio del Gerente General Ángel Ovalles, quien destaca su capacidad de tirar en el medio y poder ir entradas múltiples.
Pertenece a la organización de los Nacionales de Washington. Depende de un slider con mucho valor que corta la zona de strike consistentemente, y una recta que mantiene entre 92-95 MPH.
Uno de los lanzadores más seguidos en el campamento temprano es el ex-cerrador de grandes ligas, Neftalí Feliz, quien se ha presentado y ya ha llenado los requisitos de salud.
Feliz está trabajando fuerte. Llegó a las Águilas en un cambio con los Leones del Escogido por el jugador del cuadro Joseph Rosa.
Con Neftalí Feliz las Águilas podrían tener un cerrador de lujo, que ha logrado 107 salvamentos en las mayores, lo que explica el seguimiento que se le da en el Early Camp, en el que trabaja con mucho entusiasmo.
Otro que impresiona con su ética de trabajo y buenas condiciones físicas es el espigado Michael Ynoa, otro especialista en las entradas finales.
“Estoy mentalmente bien y en lo físico he entrenado fuerte en la casa”, explicó Ynoa en la conferencia con periodistas vía Zoom, organizada por el departamento de Comunicaciones y Prensa de las Águilas Cibaeñas.
Destacó que con la pandemia del Coronavirus los brazos están descansados y que este año no se escuchará la palabra “Fatiga Extrema”.
Mientras que un animado Daury Torrez se mostró confiado en que hará un buen trabajo, ya que físicamente se siente mejor que en años anteriores.
“Las Águilas me han dado la oportunidad y siempre la aprovecho y esta vez no será diferente”, manifestó Daury.
Agregó que es cuestión de estar bien tanto en lo físico como en lo mental, para hacer el trabajo cada vez que el manager Félix Fermín le entregue la pelota.
Torrez quien el año pasado tuvo el reto de llevar, con marcado éxito, el partido hasta la octava entrada, vino de menos a más en la temporada y cerró con 2-0, y 2.68 de efectividad, en 15 partidos.
Darío Álvarez fue una de las piezas principales del relevo situacional aguilucho en la pasada
temporada, siendo el arma zurda del conjunto.
“Me siento bien y descansado, vamos a luchar por conquistar la corona”, expresó el lanzador nativo de Santiago.
Después de pasar un par de temporadas con los Toros del Este, Álvarez volvió a la “Tierra Prometida” y se encontró con la eficiencia de sus lanzamientos para convertirse en un hombre de confianza para el manager.
Actuó en 28 partidos, en una agotadora campaña en la que finalizó con 2-1, efectividad de 5.54, 18 ponches y solo cuatro transferencias, su WHIP fue de 1.23.
Los cinco lanzadores criollos se presentaron desde el lunes a las pruebas del PCR y el martes recibieron el visto bueno para comenzar a trabajar en grupo, con un entusiasmo que les hace parecer novatos en el terreno.
Las Águilas abrieron el “Early Camp” para poner en forma sus jugadores cumpliendo a cabalidad las normas sanitarias y de alejamiento físico, que han impuesto las autoridades de salud y LIDOM, de cara al campeonato que arranca el 15 de noviembre, con un corto calendario de 30 juegos.
Fuente: Prensa Águilas Cibaeñas