SANTIAGO – Aunque son los únicos futbolistas que se les permite tocar el balón con las manos, los porteros tienen una gran responsabilidad en el juego, porque deben proteger su territorio con todo su cuerpo para evitar goles del adversario.
Para los partidos de octavos de final de la Liga de Campeones de la Concacaf Scotiabank, tanto el Cibao FC como las Chivas de Guadalajara, tendrán dos especies de barreras humanas, como centinelas de ese sagrado territorio.
El Cibao FC tiene al argentino Juan Pablo Domínguez para el partido del jueves 22 en su estadio de la cancha de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra, mientras que las Chivas cuentan con Antonio (Toño) Rodríguez.
Ambos guardametas tienen un gran tope internacional, lo que garantiza un espectáculo entre los dos paralelos de 2.44 metros de alto y el travesaño de 7.32 con una red que tiene por misión detener los balones que perforan el cancerbero.
JUAN PABLO DOMINGUEZ
El guardameta argentino tuvo una destacada actuación en la Copa de Clubes Campeones conquistada por el Cibao FC en el 2017, donde recibió el “Guante de Oro” al mejor arquero.
Domínguez tiene reflejos y destreza, condiciones indispensables para atajar balones y evitar goles.
Además de la experiencia que ganó en Argentina en varias categorías, se ha paseado por el fútbol de Haití con el Tempéte, en Panamá con Árabe Unido de Colón y en Antigua & Barbuda con el Grenades FC.
Jugó para el Internacional de Toronto y fue en un amistoso con el onceno canadiense que decidió fichar para el Cibao FC en el 2016.
En su país vistió las franelas del Club Atlético Boca Jrs., el Atlético Vélez, el CF Atlanta y el AA Argentino Jrs.
TOÑO RODRIGUEZ
El arquero de las Chivas de Guadalajara es un auténtico ganador en eventos internacionales.
Toño fue campeón Sub-20 de la Concacaf en el torneo 2011 en Guatemala y ese mismo año obtuvo la medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Guadalajara, jugando en su casa.
En el 2012 fue parte del equipo mexicano que ganó el Preolímpico de Concacaf en Estados Unidos y luego la medalla olímpica en Londres, así como el Torneo esperanzas de Toulon, en Francia.
Uno de los momentos negativos, que se recuerdan de Toño, es un autogol con la mano al momento de despejar el balón contra la selección de Suiza.
Fuente: Rafael Rodríguez