El pasado lunes 19 de marzo del año en curso se dio a conocer en el programa radial deportivo Grandes en los Deportes, que se transmite por la emisora Escándalo 102.5 fm, la información de que el colombiano Luis (El Pipe) Urueta regresaba a los Tigres del Licey, pero en condición de gerente general.
Para algunos de los fanáticos liceistas la noticia le cayó bien, pero para otros, por no decir la mayoría, les fue difícil asimilar esta información debido a las fuertes críticas de los mismos que recibió el colombiano cuando fungía como dirigente de los felinos en medio de una temporada un tanto inconsistente para el conjunto azul, tomando en cuenta de que cuando asumió las riendas del equipo para estar en el terreno, hizo lo que pudo con lo que tenía disponible.
Por costumbre el fanático liceista está mal acostumbrado de por vida a esperar buenos y mejores resultados de su equipo a corto y mediano plazo en una temporada regular de 50 partidos, pero debemos entender que los tiempos han cambiado y cada año el torneo de béisbol invernal se torna más competitivo debido a que el draft de novatos implementado desde el 2002 permite a los demás equipos fortalecerse con el mejor material nativo joven disponible.
Pero dentro de lo que cabe, y contra vientos y mareas, Urueta se las ingenio para lograr que los felinos clasificaran al Round Robin con récord de 25 triunfos y 25 reveses, para luego clasificar a la Final de la LIDOM en su versión 2017-18 con foja de 11 victorias y 7 derrotas, aunque el Licey cayó en dicha final contra las Águilas Cibaeñas, hasta el extremo de llegar a un 7mo y decisivo partido.
Estamos conscientes de la gran responsabilidad que tendrá Urueta ahora desde las oficinas de operaciones de béisbol de los Tigres, y realmente para un puesto de esa embargadura no es requisito tener experiencia en el mismo, ya que Urueta es un hombre de béisbol, y sabe lo que tiene a mano y lo que le falta para la venidera temporada.
Ahora bien, si a experiencias en gerencias generales de los equipos de béisbol de invierno en República Dominicana nos vamos, tenemos muchos hombres con más de 20 y 30 años de experiencia en béisbol y han sido jefes de operaciones en los equipos invernales, pero no han ganado campeonatos en esta liga.
Y en el caso de los que no han tenido experiencia ocupando el cargo máximo en operaciones de béisbol de nuestro país, tenemos el caso de Moisés Alou y Manny Acta, quienes se les dio la responsabilidad de ser los jefes de operaciones por primera vez en su carrera en estos lares, y los resultados no se hicieron esperar, ya que Moisés impuso respeto y disciplina en los Leones del Escogido, llevándolos a 5 finales, 4 campeonatos nacionales y 2 Series del Caribe, y Acta ha ido a 4 finales y ha ganado 2 campeonatos con los 2 equipos más grandes de la LIDOM: Tigres del Licey y Águilas Cibaeñas.
Ponemos estos ejemplos porque se aplican a muchos casos en nuestros jóvenes dominicanos, ya que se les da la oportunidad en las empresas más grandes de nuestro país y de inmediato empiezan los comentarios de la gente diciendo: “Este muchacho no sirve para ese cargo”, “no tiene experiencia”, “le queda grande el puesto”, entre otros comentarios.
Le hacemos la siguiente pregunta: ¿Cómo usted sabe si una persona joven, que tiene la capacidad, el talento y el deseo de hacer un cambio en una empresa importante, va a tener aspiraciones o puede hacer el trabajo, si no se le da el chance?
A donde tratamos de llegar es a lo siguiente, y es que en nuestro país estamos acostumbrados a apostar al fracaso de una persona cuando ha alcanzado un puesto importante en una empresa grande, y eso es algo que debemos dejar atrás, ya que esa es una de las principales causas que está matando a nuestra sociedad, ya que tendemos a desconfiar de los demás y hasta de nosotros mismos para hacer algo que nos gusta y que en el futuro nos puede beneficiar a nivel personal y profesional.