Barranquilla, Colombia, donde el río Magdalena se encuentra con el Mar Caribe, es una ciudad colombiana en la que una calle cualquiera se convierte en una fiesta. No tiene que ser época del famoso Carnaval para que alrededor de una tarima improvisada una multitud espontánea baile al ritmo de instrumentos como tamboras, maracas y flautas de millo. Aquí la alegría le pertenece a todo el mundo.
La principal capital de la Región Caribe de Colombia se ha consolidado como la puerta del gozo, colorido y los brazos abiertos.
Una increíble belleza arquitectónica con sus tesoros coloniales, rodeada de hermosos paisajes naturales, sus calles doradas por el sol y la arena, la espontaneidad y alegría de la gente del caribe, hacen de Barranquilla el destino ideal para disfrutar de la placidez de sus encantadoras playas y de su riqueza cultural, que abre paso a la fiesta más grande de Colombia: El Carnaval.
Conocida como la Puerta de Oro de Colombia porque a finales del siglo XIX era una entrada de viajeros y mercancías, Barranquilla fue pionera de la aviación comercial en 1919. La capital del Atlántico se conoce a través de la arquitectura republicana del barrio El Prado que está también en museos conoce sus tesoros coloniales, playas y festivales. En sus alrededores los turistas pueden visitar ciénagas y otros atractivos naturales.
Si te gustan las playas y el mar conoce más de Santa Marta, la ciudad donde puedes encontrar las impactantes olas del Parque Tayrona una reserva natural que será difícil de olvidar o las agradables playas del Rodadero.
El Carnaval de Barranquilla no solo es la fiesta folclórica y cultural más importante de Colombia, sino que también fue reconocida por la UNESCO como Obra Maestra del Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.
El Carnaval es un tesoro vivo que se transmite de generación en generación, es la expresión más auténtica del pueblo colombiano y una reunión de colores, de razas, de leyendas, de la alegría costeña, del jolgorio y de los ritmos musicales, tales como: la cumbia, el mapalé, el garabato y el son del negro que inundan las calles de Barranquilla, Colombia.
Congrega desde sus orígenes la triple fusión cultural (europea, africana e indígena) esta fiesta es indígena por su cadencia melancólica y por las danzas que se realizan alrededor de la tierra para alabarla, es blanco por España, de donde llegaron las celebraciones con vestidos de gala. Negro por los esclavos traídos por colonos, con quienes llegaron los tambores, la alegría, el ritmo, los lamentos y los movimientos contorsionados.
Se desarrolla a lo largo de cuatro días, comienza días antes del Miércoles de Ceniza, alcanzando su máxima celebración el día sábado durante la famosa Batalla de Flores donde sobresale la alegría, el colorido y la belleza. Además de brillar con esta celebración, la ciudad es un destino ideal para hacer compras y es un puerto en el que navegantes de todo el mundo atracan con sus yates y veleros.
Museos, tesoros coloniales, plazas históricas y mucha música esperan a quienes llegan a Barranquilla, Colombia. En esta ciudad caribeña y en sus alrededores también se encuentran playas y sitios naturales para descansar.
La variedad de entretenimiento es amplísima, con distintos ambientes para satisfacer todos los gustos: bares y discotecas de música crossover, electrónica, dance, reggaetón y todo el crisol vibrante de ritmos del Caribe.
«La Arenosa» atrapa gracias a la calidez y espontaneidad de sus gentes, el barranquillero exhala alegría, su sangre hierve de pasión por la música y el baile; por eso la fiesta aquí no desfallece y se puede disfrutar la mejor vida nocturna.
Y si de vivir buenos momentos se trata, Barranquilla cuenta con sitios de entretenimiento únicos al aire libre, junto al mar e iluminados con antorchas y faroles, ideal para disfrutar de los mejores lugares del Caribe colombiano.