Al aterrizar el avión y caminar por los pasillos del aeropuerto de Santo Domingo, nos recibe una frase: “Bienvenidos a esta isla donde el mar siempre está cerca y las montañas nunca están lejos” de Margarita Baquero de Reid como también nos acoge el calorcito caribeño –un poco bochornoso– que relaja los músculos, suda la piel, esponja el pelo pero que advierte que has llegado a República Dominicana.
La República Dominicana sorprende!!
Y es que acostumbrados a verla en itinerarios de cruceros, páginas de sociales con sus fiestas en Punta Cana o titulares de huracanes, no creemos que ésta pequeña tierra tenga mucho que ofrecernos. Pero como bien dice su slogan: !República Dominicana lo tiene todo!!
no solo por los paradisiacos resorts de playa, si no con su increíble ecoturismo de aventura dentro de sus montañas y selvas, su deliciosa gastronomía criolla y el impresionante legado histórico. Es la segunda isla más grande del Archipiélago de las Antillas, y se sitúa al oeste de Puerto Rico y al este de Cuba y Jamaica. Santo Domingo se ha convertido en una de las ciudades más cosmopolitas de América, con desafiantes restaurantes con propuesta de alta cocina, diseñadores de moda locales, galerías de arte moderno y hoteles de diseño dignos de premios internacionales.