El huracán Ida tocó tierra cerca del mediodía del domingo con vientos de categoría 4, de hasta 240 kilómetros por hora. Se trata de una de las tormentas más fuertes en los últimos 150 años.
Ida, el peor huracán que ha golpeado Luisiana desde 1850, ha revivido los miedos que dejó el Katrina, que arrasó el Estado en agosto de 2005.
WATCH: A roof flies off a hospital in Galliano, Louisiana. #Ida
Nearly 500,000 customers are currently without power in the state, and that number will likely rise. pic.twitter.com/NxX0bVlq7n
El huracán, que ha provocado la muerte de un hombre, se degrada a categoría 3 mientras se dirige a Nueva Orleans, donde más de un millón de personas está en alerta por riesgo de inundación.
El huracán Ida tocó tierra en el estado de Luisiana, en el sur de Estados Unidos, como una tormenta de categoría 4 en la escala Saffir-Simpson. Sus vientos eran de hasta 240 kilómetros por hora, uno de los fenómenos más poderosos que haya impactado en esa región.
La fuerza de Ida al tocar tierra el domingo fue mayor que la del devastador huracán Katrina, el cual también tocó tierra en Luisiana un 29 de agosto. Aquella vez, en 2005, Katrina dejó bajo el agua al 80% de la ciudad de Nueva Orleans y más de 1.800 personas perdieron la vida.
En esta ocasión, Nueva Orleans no estuvo en la trayectoria directa de la tormenta, pero sí padeció las fuertes lluvias y vientos.
Las autoridades hicieron un llamado a los habitantes de las zonas de riesgo para que se refugiaran en lugares seguros.
Cuando un huracán alcanza la categoría 4, tiene la fuerza suficiente para causar daños severos a edificios, árboles y líneas eléctricas. En Bourg, Luisiana, los árboles fueron golpeados por los vientos huracanados.
«No hay duda de que los próximos días y semanas van a ser extremadamente difíciles para nuestro estado… pero también puedo decirles que, como estado, nunca hemos estado más preparados», dijo el gobernador de Luisiana, John Bel Edwards.
Las aguas del río Misisipi estaban muy movidas en las inmediaciones de Nueva Orleans. En un momento, el cauce del río revirtió su dirección, según varios reportes de la prensa local, un fenómeno pocas veces visto.
Refugios comunitarios abrieron las puertas para las personas sin hogar. El presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo que «este será un huracán devastador» y pidió a los habitantes de Luisiana y Misisipi tener precauciones. «Tomen esto muy en serio», advirtió.
Desde el viernes, decenas de miles de personas optaron por salir de Luisiana. El aeropuerto de Nueva Orleans se vio abarrotado el sábado. Para el domingo, todos los vuelos desde y hacia la ciudad fueron cancelados.