Aunque parecía borrado del mapa, el maquillaje permanente nunca se fue del todo. Ahora resurge para inundar los rostros de pecas y otros detalles indelebles. Analizamos todo su potencial.
Si las pecas adornan tu rostro desde que tienes uso de razón, seguramente hayas invertido tiempo y esfuerzo en tratar de camuflarlas en más de una ocasión. Imperfección para unos, toque de distinción para otros, lo cierto es que estas manchitas, resultado de agitar un cóctel de predisposición genética y exposición al sol, siempre han estado ahí.
Ironías de la vida, mientras unos recurren a tratamientos láser para hacerlas desaparecer, en los últimos meses hemos visto como otros han preferido valerse de técnicas de pigmentación para tatuarlas en su rostro. En cuestión de modas no hay nada escrito y estamos (supongo) ante una tendencia tan lícita como cualquier otra. ¿Lo importante? Las redes sociales han vuelto a ser testigo de esta oleada de constelaciones ficticias en la piel.
Antes de que cunda el pánico ante esta premeditada invasión de puntos negros artificiales, tenemos la prueba de que es una fase transitoria ya que tras varios días la rojez y la inflamación desaparecen. Además, el tono de las pecas se suaviza con las semanas, ofreciendo un acabado mucho más natural.
¿Sabrías diferenciar las pecas naturales de las tatuadas? Aquí la prueba de que es una buena solución si se busca intensificar una piel ya de por sí pecosa.
Si llegados a este punto te ha picado la curiosidad, entonces pon atención a todas las posibilidades que la micropigmentación, también conocida como ‘maquillaje permanente’, puede ofrecerte. Aunque la práctica lleva realizándose durante décadas, la moda de perfilarse los labios y las cejas, tal y como la recordamos, ha evolucionado hasta lograr acabados más naturales que siguen de total actualidad, sobre todo para gente que quiere tener buena apariencia sin que se note y sin tener que recurrir al maquillaje a diario. Los resultados pueden durar desde el año y medio hasta los cuatro años dependiendo de la zona del rostro, del tipo de piel y de la intensidad del color (los tonos suaves, por ejemplo en los labios, tienden a durar menos). Además, se recomienda realizar un retoque a las 4 o 6 semanas del tratamiento.
Labios
La tendencia de llevar la boca perfilada 10 tonos más oscuros que el grueso de los labios. El horror era eso. Sin embargo, esta técnica también se utiliza para corregir pequeñas imperfecciones como cicatrices, disimular los surcos que surgen con el paso del tiempo, crear la sensación de labios más gruesos al aumentar el contorno e intensificar el tono o simplemente incrementar la simetría si por ejemplo, se tiene el labio superior mucho más fino que el inferior. Aunque la micropigmentación semipermanente no contribuye al envejecimiento de la piel, el doctor Sánchez Viera recuerda que en algunos casos puede ser contraproducente. «En mujeres que deciden tatuarse el contorno labial y tienen el denominado ‘código de barras’ muy acentuado,puede dar sensación de envejecimiento si antes no se ha realizado un tratamiento, como puede ser un relleno de ácido hialurónico, para disimular las arrugas».
Cejas
Lo primero es no confundir esta técnica con el microblading, ya que además de basarse en dos procedimientos distintos, los resultados también difieren. Mientras que elmicroblading trata de recrear, pelo a pelo, unas cejas más pobladas de forma natural, la micropigmentación se ha decantado tradicionalmente por un sombreado de la zona. Una técnica válida para disimular cejas despobladas, marcas de cicatrices, modificar su forma o incluso alargarlas ligeramente.
Párpados
Habrá a quien le recorra un escalofrío por todo el cuerpo sólo de pensar en tener una aguja planeando sobre esta zona tan delicada pero lo cierto es que es una técnica en creciente demanda. Consiste en delinear sutilmente el párpado junto a la raíz de las pestañas para crear un efecto óptico. Así, parecerá que la concentración y densidad de las pestañas es mayor e incluso su tono más oscuro. Puede realizarse tanto en el párpado superior como en el inferior y promete aportar definición a la mirada.
La principal diferencia entre la cosmética semipermanente y los tatuajes tradicionales es que en el primer caso, los pigmentos se introducen mediante un aguja en la epidermis, capa más superficial de la piel, mientras que en la versión permanente, la tinta se introduce a mayor profundidad hasta la dermis para que los resultados duren toda la vida. Por ello, la técnica de la micropigmentación es menos invasiva y el proceso de cicatrizado es más rápido. Aun así, se recomienda acudir únicamente a centros especializados que tengan todas las garantías en cuanto a los ingredientes utilizados así como referencias de sus diseños para evitar sustos. «De todas formas, la micropigmentación o las pecas tatuadas pueden eliminarse en la actualidad con técnicas totalmente seguras y sin ningún tipo de efecto secundario para los pacientes.
Si se quieren evitar complicaciones de cara al verano, el dermatólogo recomienda no exponer la piel ni al sol ni a ningún tipo de radiación uva hasta al menos un mes después del tratamiento así como cuidar la zona con protectores con pantalla total para evitar la aparición de cicatrices. Y ahora, ¿te atreves a lucir unas pecas imperfectas?
Fuente: Harper´s Bazaar